“Ya lo veía venir” surge de una experiencia cercana a la propia autora. Una amiga vivía un momento de infidelidad reciente, fresco, casi cinematográfico: una noche, una tienda de paso, un auto estacionado y un beso que terminó desencadenando la historia. En plena sesión de composición junto a Jay de la Cueva y Emilio Acevedo, María Daniela tomó esa anécdota real y la transformó en música. Así aparecieron líneas que hablan sin rodeos del engaño, de la culpa y de la sinceridad forzada:
“Te juro no quería hacerlo, pero al final te puse el cuerno.”
Aunque muchos oyentes la han bautizado como “el himno a la infidelidad”, la propia autora aclara que el corazón de la canción está en el momento previo: ese instante en el que uno sabe que algo está mal, pero prefiere cerrar los ojos, fingir que nada pasa y evitar la confrontación. Es una aceptación íntima que duele, pero libera.
El maestro Axel Lemaire da vida a esta narrativa con una obra visual que interpreta la canción desde la confrontación y la resignación. En su dibujo, la pareja aparece frente a frente, atrapada en ese segundo decisivo en el que ya no hay vuelta atrás. Entre los detalles que dialogan con la letra se encuentran discos y fotografías de Moderatto, un guiño directo al verso:
“Regrésame los discos y las fotos de Moderatto.”
Para Axel, la canción habla de autoconocimiento y honestidad emocional. Aunque él no vivió la historia, la ilustración nace de un reconocimiento universal: todos hemos ignorado señales, todos hemos callado por miedo, comodidad o incertidumbre. Su obra refleja esa mezcla de dolor, resignación y un inicio silencioso de liberación.
María Daniela describe su proceso creativo como el de una cronista moderna: alguien que recoge historias reales, propias o ajenas, y las transforma en canciones que acompañan. Axel coincide: pintar es, de alguna forma, una terapia; un espejo donde uno enfrenta sus propias emociones y miedos.
La canción y el dibujo se convierten así en un espejo compartido: amores que empiezan a romperse, intuiciones que pesan más que las palabras, recuerdos que uno quisiera negar, y la verdad cruda que finalmente emerge.
“Ya lo veía venir” es testimonio de que el arte también surge de los silencios incómodos, de las sospechas que duelen, de las historias que nos contamos para no aceptar lo evidente.
Para ambos creadores, la fuerza de esta obra está en su honestidad. No intenta suavizar nada. No pretende justificar. Simplemente muestra ese momento en que todo cambia.
Y quizá ahí reside su permanencia: en que todos, alguna vez, hemos visto venir algo que no queríamos aceptar.
Escucha esta entrevista completa en “El Arte de la Canción: Segunda Temporada” Celebrando los 80 años de la Sociedad de Autores y Compositores de México en Milenio Televisión.