Cultura

El no-lugar de la utopía

A fuego lento

‘Jardines en el cielo’, de Armando González Torres, es una mirada lúcida a las promesas y sombras de la utopía.

Como aquellos aventureros que tenían noticias de tierras ignotas o lejanas, Armando González Torres emprende un viaje hacia ese no-lugar de la ficción literaria, la gozosa desmesura del pensamiento filosófico y el florecimiento de las capacidades humanas que es la utopía. Jardines en el cielo (Ariel) es una seductora cartografía de ese “género de la esperanza” que concibió Tomás Moro y llega hasta nuestros días con las llamadas “comunidades intencionales”, donde el trabajo solidario, la gestión colectiva y la comunión con la naturaleza alumbran la nostalgia por las arcadias que crecen al margen de la vorágine laboral y los grandes poderes económicos y políticos.

Siguiendo una línea cronológica, González Torres va de los utopistas del Renacimiento Tommaso Campanella, Johann Valentin Andrae y Francis Bacon al socialismo utópico que imaginaron Saint-Simon, Charles Fourier y Robert Owen hasta las utopías totalitarias encarnadas en el régimen soviético, el fascismo y el nazismo, y sus hijas bastardas, las distopías, para atracar en los proyectos radicales que representan las ecotopías y el ciberfeminismo. (A mitad de este camino, González Torres visita a la América donde la utopía se materializó en los pueblos-hospitales de Vasco de Quiroga, en las misiones de los jesuitas en Paraguay y en las comunidades librepensadoras que florecieron en Estados Unidos durante el siglo XIX.)

El panorama es vasto —y sugerentemente pensado y descrito a pesar de que Jardines en el cielo no excede las 240 páginas— y esta disposición permite considerar a la utopía desde dos perspectivas opuestas: como una noble aspiración al mejoramiento de las condiciones de vida del género humano, y aun a la erradicación del sufrimiento, el dolor, y, en su versión más delirante, hasta la muerte, y como una creatura que se vuelve contra sí misma y exige la sumisión del individuo en nombre de una felicidad anestesiada, casi beatífica.

Antes que tomar partido, Armando González Torres adopta una saludable imparcialidad, tan bienvenida en este nuevo otoño de la Edad Media, nuestro presente, asolado por flagelantes, iluminados, profetas, muñecos ventrílocuos de algún oscuro demiurgo.

Jardines en el cielo

Armando González Torres | Ariel | México, 2025

AQ / MCB 

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Roberto Pliego
  • Roberto Pliego
  • (1961) Cursó Letras Hispánicas en la UNAM. Fue subdirector de la revista Nexos. Autor de La estrella de Jorge Campos y 101 preguntas para ser culto, es editor de Laberinto.
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Laberinto es una marca de Milenio. Todos los derechos reservados.  Más notas en: https://www.milenio.com/cultura/laberinto
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