I
En 2007, en entrevista con el cantautor español Ismael Serrano, le pregunté si existía algún poeta vivo al que admirara en especial. Me dijo que sí y su nombre: Luis García Montero.
El asunto no paró ahí. Él se levantó de su asiento para abrir una mochila y sacar un ejemplar del libro Habitaciones separadas (Visor, 2001), de García Montero, y me lo regaló.
El obsequio aún lo conservo y veo en su página legal que es la séptima edición de un volumen que fue editado por vez primera en 1994. Para celebrar dos décadas de esa publicación, en 2024 se imprimió un ejemplar conmemorativo.
Gracias a ese pequeño volumen, en 1993 Luis García Montero obtuvo el Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe y, en 1995, el Premio Nacional de Poesía de España.
En la contraportada aparecen estas frases escritas por Octavio Paz: “Tono sostenido, poderosa nostalgia, emoción delicada que no alza la voz, poesía escueta, ceñida, Habitaciones separadas es la obra de un poeta joven, pero ya importante. La poesía de Luis García Montero indica una de las tendencias más valiosas de la lírica española contemporánea, esa línea que se ha llamado ‘poesía de la experiencia’. Podríamos llamarla también poesía de la vida, poesía que trata de explorar la realidad de todos los días, que colinda por una parte con lo maravilloso y por otra con lo cotidiano. Es un libro lleno de emociones en el cual, estoy seguro, los jóvenes van a reconocerse. Pero no solo ellos, todos nosotros podemos reconocernos en muchos momentos de este libro escrito en versos diáfanos y al mismo tiempo inteligentes”.
II
En días previos al reciente Congreso de la Lengua Española, celebrado en Perú, Luis García Montero, director del Instituto Cervantes desde 2018, dijo que actualmente la Real Academia Española “está en manos de un catedrático de Derecho administrativo, experto en llevar negocios desde su despacho para empresas multimillonarias. Eso, personalmente, crea unas distancias”. Se refería a Santiago Muñoz Machado, a quien García Montero comparó desfavorablemente con filólogos que antes presidieron la RAE.
Con tales palabras, obviamente, ardió Troya. El poeta granadino y actual funcionario público (el Instituto Cervantes depende del ministerio español de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación), recibió una andanada de ataques por parte de quienes se sintieron directa o indirectamente afectados.
Quienes defienden a Santiago Muñoz Machado destacan que salvó a la RAE de la quiebra financiera y haber publicado en 2022 una extensa biografía de Miguel de Cervantes.
Desmenuzar muy a fondo tal pleito no es la intención de este Doble filo, aunque la traviesa imaginación no deja de especular en torno a quiénes serían en México los involucrados en un jaleo similar. A’i pa’ l’otra.
III
Lo que aquí sí viene a cuento es la existencia de un interesante documental de 2016 titulado Aunque tú no lo sepas. La poesía de Luis García Montero, de Charlie Arnaiz y Alberto Ortega.
En ese video de 70 minutos, disponible en YouTube, hay entrevistas con García Montero y sus papás; con Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Almudena Grandes y muchas otras personalidades de la cultura y los espectáculos en España.
Lo que ahí opinan los entrevistados, obviamente, no puede extrapolarse tal cual al conflicto entre García Montero y la RAE.
El documental muestra a una pandilla de amigos que se divertían de lo lindo hasta el amanecer y que, de pronto, unían sus talentos para escribir alguna canción.
Joaquín Sabina los bautizó en broma como “los jóvenes poetas líricos”, que se reunían en el bar La Tertulia de Granada y, muchos años después, en una casa veraniega de García Montero y su esposa Almudena Grandes, en Cádiz.
Cuando Sabina sufrió un ictus cerebral, también se las tuvo que ver con la depresión. En aquellos momentos difíciles, García Montero escribió para él “Nube negra” y los versos se convirtieron en canción.
Otro habitué de aquel grupo era el escritor Benjamín Prado, quien colaboró con Joaquín Sabina en canciones del disco Vinagre y rosas (2009), y también con la magnífica letra de “Un último vals” (“cuando las casas de apuestas no den un euro por mí”), cuyo excelente video es un desfile de celebridades que incluye a Serrat, un barbado y bárbaro José Tomás, Leyva, García Montero (but of course), Andrés Calamaro, Jorge Drexler, entre otros.
IV
En el mencionado documental de Charlie Arnaiz y Alberto Ortega, Serrat cuenta que un día le habló por teléfono a García Montero para decirle que había utilizado su poema “Canción de brujería” en la composición de “Señor de la noche”, y se la cantó a través del auricular.
Cariñosamente, Serrat dice que no pretendía divulgar poesía sino hacer una buena canción. En el mismo tono, García Montero comenta que “la fama de ser cantado por Serrat acabó importándome menos que seguir siendo leal a ese niño que compró aquel primer disco que lo había emocionado” (se refiere al álbum del catalán con poemas de Antonio Machado).
Hace una década, Serrat dijo esto ante la cámara: “En tanto que Luis García Montero sea una persona pública, que se defina políticamente, que plantee en voz alta su pensamiento, tendrá problemas”.
Por cierto, la mamá de García Montero también comenta en el documental: “Yo le decía: no te metas en la política”.
Pero se metió, y sus enemigos suelen recordarle la estrepitosa derrota que sufrió en 2018 como candidato de Izquierda Unida al gobierno de la Comunidad de Madrid. Actualmente se le acusa de ser la punta de lanza del oficialismo en la próxima sucesión de la dirigencia de la RAE, un organismo con autonomía en su gestión que recibe financiamiento privado y público.
V
En el libro Habitaciones separadas está el poema “Aunque tú no lo sepas”, que da título al documental aquí mencionado. Así se titula también la excelente canción que en versión muy libre escribió Quique González para Enrique Urquijo y Los Problemas, quienes la grabaron en 1998.
A estas alturas del partido, el lector se preguntará qué diantres hace Carín León en el título de este artículo. Pues resulta que el sonorense que fusiona la música norteña con todo lo que se le ocurre (sí, el invitado al programa gringo de Jimmy Fallon), se puso romántico y en 2024 grabó “Aunque tú no lo sepas”, de Quique González inspirado en la pluma de García Montero.
VI
Aquí, un fragmento de “Aunque tú no lo sepas”, de Luis García Montero:
Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento.
AQ / MCB