El realizar compras compulsivas no es una enfermedad, sino una falta de control de impulsos donde las emociones y la manera de canalizarlas son los principales factores.
En entrevista para la plataforma MILENIO-Multimedios, la psicóloga Viviana Monsiváis dijo que el aspecto emocional está directamente relacionado con las compras desmedidas, ya que se realizan principalmente para canalizar emociones negativas, sin embargo, el gasto irresponsable genera nuevamente este sentir, lo que termina en un ciclo.
“Es muy común escuchar: ‘Trabajaste todo el año, te lo mereces’, entonces caemos al de ‘lo puedo comprar’, o ‘lo puedo hacer’, pero no nos detenemos a pensar en ¿Qué sucede si lo compro? ¿Tengo el dinero? ¿Lo puedo hacer o tengo ciertos gastos qué realizar todavía?”, explicó Monsiváis.
La falta de educación financiera, las temporadas de descuentos y el entorno social son cruciales, además de que la conducta se ha normalizado, lo que hace más difícil identificar la problemática.
“Cuando empiezan a realizar las compras compulsivas, lo que sucede es que se generan estas emociones de satisfacción y de placer, porque estoy consiguiendo algo que yo quería o que tenía necesidad de comprar; sin embargo, ya después de realizar la compra es donde empiezan emociones negativas”, añadió.
Monsiváis recomendó que antes de realizar una compra se evalúe la necesidad de adquirir el objeto, el presupuesto que se tiene, entre otros puntos, para evitar ser un comprador compulsivo.
mrg