En la colonia Federal, ubicada en las cercanías del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), el rugido constante de los motores y el despegue y aterrizaje de aeronaves se ha convertido en parte del paisaje cotidiano.
A pocos kilómetros de distancia de la terminal 2 del aeropuerto más transitado de México y América Latina, las aeronaves surcan el cielo con frecuencia, por lo que ahora son un componente permanente del entorno.
Sin embargo, lo que para muchos es un símbolo de movilidad y conectividad, para otros puede representar una fuente persistente de contaminación acústica, capaz de afectar el descanso, concentración y bienestar general de las personas a su alrededor.
Para conocer los alcances que puede tener esta situación, MILENIO entrevistó a vecinos de la periferia del AICM y a un experto con amplia experiencia en estudios sobre ruido ambiental. Aquí te explicamos.
Dudas ante la concentración de vuelos en el AICM
El Aeropuerto Internacional 'Benito Juárez' de la Ciudad de México, conocido coloquialmente como AICM, es la terminal aeroportuaria que moviliza a la mayor cantidad de pasajeros en el país, a pesar de operar desde hace años por encima de su capacidad ideal.
Esta saturación ha generado preocupaciones entre vecinos, trabajadores y especialistas, quienes señalan que la acumulación de despegues y aterrizajes en un espacio urbano tan reducido no solo incrementa los niveles de ruido, sino que también dificulta su adecuada gestión y mitigación.
Entre las modificaciones que el sistema aeroportuario del Valle de México ha enfrentado en los últimos años, uno de los aspectos que más debates ha generado es la redistribución de los vuelos de carga —ordenada mediante decreto en 2023— para reducir la saturación del AICM y fortalecer el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
Según datos de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), esta medida permitió transportar 843 mil toneladas de mercancías entre febrero de 2023 y julio de 2025, una cifra notoriamente superior a las 250 mil toneladas anuales que operaba el AICM en 2022.
No obstante, el pasado mes de octubre el Departamento de Transporte de Estados Unidos revocó 13 rutas de aerolíneas mexicanas al considerar que el decreto del entonces presidente, Andrés Manuel López Obrador, era una práctica que afectaba la competitividad de las empresas estadunidenses.
Ante esta situación, las autoridades mexicanas abrieron la posibilidad de restituir algunos de los slots (horarios de aterrizaje y despegue) en el AICM, bajo condiciones que no impliquen un mayor congestionamiento para la terminal capitalina.
Más allá de las tensiones diplomáticas que generó este reacomodo, en algunos espacios ha surgido la duda de si un eventual regreso de los vuelos de carga al AICM podría tener un impacto en los niveles de ruido ambiental.
Vivir entre motores: los vecinos que conviven con la contaminación acústica
En medio del típico bullicio que se registra diariamente en la capital del país, Ana Vargas, residente de la Colonia Federal, explicó en entrevista para MILENIO que tras pasar más de 30 años viviendo junto a la avenida Fuerza Área Mexicana, a pocos kilómetros de distancia de la Terminal 2 del AICM, el ruido de los aviones es ya casi imperceptible.
"A comparación de los camiones y tráileres que pasan por aquí, el ruido de los aviones es casi nulo, es muy poco lo que se escucha o ya me acostumbre", comentó.
Silvia Márquez, de 58 años, también vive en la Colonia Federal, cerca de la calle Congreso de la alcaldía Venustiano Carranza. Ha pasado toda su vida en dicha zona y coincide con que, con el paso de los años, el ruido de los aviones pasa a segundo plano en sus actividades cotidianas. Incluso los de de carga.
"Yo ya estoy acostumbrada, tengo 58 años aquí viviendo, pero a veces sí es algo molesto, sobre todo en la madrugada. Durante el día ya uno anda escuchando otras cosas y ni se da cuenta de que están pasando los aviones, pero en la noche es distinto”.
MILENIO también realizó un recorrido por las calles aledañas a la Terminal 1 del AICM. Fue entre la esquina de Boulevard Puerto Aéreo y la calle Norte 33 donde Matilde relató que lleva más de 29 años trabajando en la zona, por lo que ha sido testigo de las múltiples transformaciones del AICM.
La mujer, de 52 años de edad, es propietaria de un puesto local de aguas, dulces y otro tipo de artículos que administra de 13:00 a 23:00 horas, los siete días de la semana. En esta zona, el ruido de los aviones es menor, aunque también es perceptible.
“Desde que pusieron los puentes ya no se escuchan mucho, pero anteriormente, hace como unos 20 años, sí se escuchaba bastante. Lo que sí se escucha bastante son los tráileres, son los que siento que ya me perjudicaron el oído, porque sí se escucha cuando pasan muchísimo”.
Matilda, al igual que Silvia y Ana, coincide en que el traspaso de las aerolíneas de carga al AIFA, no representó una disminución de ruido en la zona. No obstante, la exposición constante a sonidos de alta intensidad, aunque deje de sentirse de manera consciente, puede provocar alteraciones en la salud.
¿Existen normas para regular los niveles de ruido en la CdMx?
En enero de 1995 se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la Norma Oficial Mexicana NOM-081-SEMARNAT-1994, la cual establece los límites máximos permisibles de emisión de ruido de las fuentes fijas, como lo son los establecimientos mercantiles, fábricas, terminales de autobuses, aeropuertos o tianguis.
Tras una reforma en 2013, la citada norma estableció que los niveles máximos de ruido, expresados en decibeles (dB), son los siguientes:
- Exteriores de zonas residenciales: 55 dB máximo entre 06:00 y 22:00 horas y 50 dB máximo entre 22:00 y 06:00 horas
- Zonas industriales y comerciales: 68 dB máximo entre 06:00 y 22:00 horas y 65 dB máximo entre 22:00 y 06:00 horas
- Áreas exteriores de escuelas: hasta 55 dB
- Ceremonias, festivales y eventos de entretenimiento: máximo 100 dB, con una duración de hasta cuatro horas.
Para el caso específico de los aviones, la NOM-036-SCT3-2000 contempla parámetros que varían según las características de cada aeronave. Por ejemplo, un modelo de dos motores o menos puede emitir hasta 104 dB, pero la cifra permitida se eleva hasta los 108 dB al tratarse de aviones de cuatro motores o más con un peso certificado a partir de los 325 mil kilos.
El dato¿Qué se entiende por contaminación acústica?
La contaminación auditiva o contaminación acústica se refiere a la presencia de sonidos o ruidos no deseados o excesivos que alteran el equilibrio natural del ambiente y afectan la salud y bienestar de las personas y los ecosistemas.“Actualmente, se sabe que los efectos en la salud por la exposición al ruido provocan problemas de salud auditivos y no auditivos, tales como enfermedades cardiovasculares, deterioro cognitivo, trastornos del sueño y de aprendizaje”, señala la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
¿Qué dice la ciencia sobre la contaminación acústica en el AICM?
Debido a su amplia experiencia en la producción de conocimiento científico, Luis Pastor Sánchez Fernández fue reconocido recientemente con el nivel III dentro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI). Como profesional del Centro de Investigación en Computación del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Sánchez ha participado en diversos estudios relacionados con la medición de ruido ambiental.
Uno de sus trabajos más destacados, el cual abarcó de 2008 a 2016, fue el desarrollo de un sistema computacional para analizar la periferia del AICM. En dicho estudio, Sánchez y su equipo se enfocaron en los niveles de ruido emitidos por distintas aeronaves al momento de despegar en la Pista 1, la más grande del aeropuerto.
“La contaminación acústica se hace muy intensa cuando estás en áreas con un gran impacto por fuentes generadoras de ruido, como pueden ser el tráfico terrestre, el comercio ambulante que no está adecuadamente regulado y también las periferias aeroportuarias. Todos los aeropuertos del mundo son altamente contaminantes”.
Aunque en su estudio los especialistas encontraron que el ruido de algunos aviones alcanzaba los 119 decibeles (dB) justo antes de despegar, los niveles percibidos desde el interior de una casa en la zona pueden ser menores. Varios de los modelos más ruidosos identificados en aquel entonces, según comentó Sánchez Fernández, ahora están fuera de circulación.
“Una ventaja que tiene la contaminación acústica es que a medida que se aleja [la aeronave], la distancia y las propias corrientes de aire te atenúan el ruido”, apuntó Sánchez en entrevista con MILENIO.
¿Cómo afecta la contaminación acústica a la salud?
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) retomados por autoridades capitalinas sostienen que los daños por exposición al ruido comienzan a partir de los 65 decibeles y varían según la intensidad del sonido, la proximidad de la fuente y el tiempo.
Algunos efectos de corto plazo, registrados inmediatamente después de percibir el estímulo sonoro, van desde sobresaltos corporales y dolores de cabeza hasta cambios en la presión arterial. Los impactos a largo plazo, derivados de una exposición prolongada, pueden ir desde el cansancio crónico, la depresión y la neurosis hasta la sordera en distintos grados.
La evidencia científica retomada por el IPN advierte que algunos de los escenarios más documentados sobre este tema son:
- Exposición por años a ruidos de 90 dB —como el de una secadora de pelo o una conversación a gritos— puede afectar la salud cardiovascular.
- Exposición por segundos a 110 dB —como el de una motocicleta o el llanto de un bebé—, genera molestias en el oído.
- Exposición por meses a ruidos de 80 dB —como el de un teléfono sonando, una sierra o el tráfico intenso— puede ocasionar desplazamiento de umbrales, es decir, disminución de la sensibilidad auditiva.
El alto tráfico de un aeropuerto como factor de ruido: ¿cuántas personas usan el AICM?
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Marina (Semar), entre enero y octubre de 2025, el AICM registró un total de 36 millones 901 mil pasajeros comerciales tanto nacionales como internacionales, una disminución de 2.2 por ciento con respecto al 2024.
En cuanto a las operaciones totales, el AICM registró en los primeros 10 meses del año 260 mil 434, 3.5 por ciento menos que en comparación al año anterior. Entre los cambios más significativos, destaca un aumento de llegadas y salidas internacionales, así como una disminución de llegadas y salidas nacionales.
El datoEl día de octubre con más vuelos
Durante octubre, el día con el mayor número de vuelos comerciales atendidos en el AICM fue el viernes 31, con 851 operaciones.
Al respecto, destaca que el intenso flujo de aeronaves en los aeropuertos no solo implica mayor actividad económica y conectividad, sino que también incrementa de manera significativa la contaminación acústica en las zonas aledañas.
Cada despegue y aterrizaje genera un pico de ruido que puede superar los 85 decibelios, un nivel comparable al de una carretera muy transitada o una obra de construcción.
Los estudios realizados por organismos como la Administración Federal de Aviación (FAA) y la OMS muestran que la exposición prolongada a este tipo de ruido puede generar estrés, alteraciones del sueño e incluso problemas cardiovasculares.
el dato¿Por qué los aviones producen tanto ruido?
La Avitation Group refiere que el ruido de un avión responde a una combinación de factores técnicos, que incluyen el tipo de motor, el diseño aerodinámico, el peso de la aeronave, su configuración de despegue y su propósito (es decir, comercial, militar o carga).Aunque los modelos más modernos han reducido considerablemente sus emisiones sonoras, la intensidad del tráfico aéreo en aeropuertos como el AICM mantiene el ruido como un factor permanente en la vida de miles de habitantes de la zona.
BM/RMV.