Hace más de seis décadas William Beebe, famoso ecologista inglés dijo “Cuando una especie muere, un mundo termina”. Sus palabras hacen eco en la actualidad. En solo 50 años (entre 1970 y 2020) el mundo ha perdido alrededor del 70% de las poblaciones de vida silvestre.
Al respecto, Eduardo Ceballos, biólogo y experto en temas de extinción, advierte que el único problema irreversible ante la crisis climática es la extinción de las especies.
Te recomendamos
“Estamos cortando de manera arbitraria pedazos del árbol de la vida (en referencia a esta analogía que hizo Darwin de lo que es la vida), estamos mochándole pedazos, pero esos pedazos tienen importantes impactos en la vida humana”, comenta desde la Feria del Libro de Guadalajara 2025.
Los efectos de la pérdida de biodiversidad se pueden observar a diferentes escalas: el huracán Paulina, que tocó tierra en 1997, fue uno de los que mayor destrucción en el territorio debido al desgaste de los ecosistemas marinos.
Los compuestos activos de algunas medicinas también podrían verse en riesgo en el futuro ya que alrededor del 75% provienen de plantas, animales y microorganismos silvestres, el del Ozempic, por ejemplo, proviene del monstruo de gila.
“Es arriesgado, pero el colapso ya empezó porque estamos viendo que hay 2000 millones de personas en el planeta que no tienen agua potable o 2 mil 800 millones que no comen todos los días. Lo que estamos tratando es que el colapso se pueda revertir. Yo diría que lo que pase en las siguientes dos o tres décadas va a definir el futuro de la biodiversidad y el futuro de la humanidad”, advierte desde la Expo Guadalajara.
Para el investigador, la humanidad se encuentra en un punto en el que la destrucción de los ecosistemas sobre los intereses económicos ya ni siquiera resulta rentable.
“Si los ecosistemas estuvieran en estado saludable, dejarían más ingresos a los países, a la gente, a la sociedad en general. Es avasalladora la evidencia científica que tenemos sobre eso ¿Por qué seguimos perdiendo estos ecosistemas? Hay mucho que tenemos que cambiar”
Ante las cifras, Catalina López Sagástegui, bióloga marina y maestra en ciencias en biodiversidad y conservación marina, adelanta: no todo son malas noticias, pues actualmente también existen referentes de éxito como el rescate del jaguar mexicano o el caso de restauración de Cabo Pulmo.
“En el océano hay historias de recuperación impresionantes. Desde ballenas, tiburones, peces. Muchos de estos en zonas protegidas como Cabo Pulmo que en los últimos 20 años se ha convertido en un ejemplo mundial de lo que se puede lograr si estamos realmente comprometidos con restaurar la naturaleza y protegerla”.
Al respecto, Octavio Aburto, fundador de Mares Mexicanos y pieza clave de la conservación de manglares en el país destaca que la naturaleza está programada para sanar y recuperarse siempre y cuando “se le deja en paz”.
LHM
