Este 10 de julio se cumplieron 4 meses del primer caso de covid-19 registrado en Puebla y el balance es negativo si se toma en cuenta que el número de contagios sigue en ascenso, desde los más pequeños hasta los profesionales de la salud también han muerto.
Al corte del 9 de julio, 12 mil 429 poblanos habían contraído la enfermedad y mil 778 perdieron la batalla contra la misma, lo que significa que 14 de cada 100 poblanos mueren por coronavirus, la tasa de contagio semanal es de 731 casos y la tasa de decesos diaria apunta a 14.69 unidades.
El 10 de marzo un residente europeo de visita laboral en Puebla fue el primer caso de covid-19, pero tres días después fue dado de alta porque era asintomático; sin embargo, el 12 de marzo se reportó el segundo caso del virus en la entidad, éste con síntomas.
Sin embargo, fue un camillero del Hospital Ángeles el primero en morir a raíz de la enfermedad el 29 de marzo, caso confirmado un día después por el gobierno de Puebla pese a que desde el día 15 la entidad se sumó a la Jornada Nacional de Sana Distancia.
Para entonces, el gobernador Miguel Barbosa había comentado de forma pública que el coronavirus “sólo le daba a los ricos y los pobres eran inmunes”, mientras que “la cura era un plato de mole con guajolote”; los dichos dieron la vuelta al mundo.
Abril arrancó con 92 casos y un deceso, con una tasa de contagio diaria de 4.38 unidades y semanal de 30.6; sin embargo, apenas el 2 de abril se reportó la segunda muerte y la enfermedad era presente en 107 personas.
Hasta el 7 de abril, el entonces secretario de Salud, Jorge Humberto Uribe Téllez, pidió a la población que guardara confinamiento en casa.
A un mes del primer caso, Puebla estaba lejos del panorama actual y tenía registro de 227 casos y la muerte de 24 personas, con tasa de letalidad del 10.57 por ciento; dicha situación obligó al mandatario a presentar un Plan de Reactivación Económica y emitir un decreto para hacer obligatorio el uso de cubrebocas en espacios públicos desde el 14 de abril.
El 21 de abril, el gobierno estatal hizo oficial el comienzo de la fase 3 de coronavirus en Puebla; sin embargo, a finales del mes, ya tenía 676 casos y 141 defunciones.
El 6 de mayo pidió a la ciudadanía sumarse a las “cadenas de solidaridad” y 24 horas después anunció la aplicación del programa “Hoy No Circula” en 21 municipios para reducir la movilidad vial.
Además, el gobierno federal declaró como esenciales las actividades automotrices y de la construcción, por lo que Volkswagen y Audi en Puebla alistaron su regreso a la producción con más de 22 mil empleados.
No obstante, Miguel Barbosa reviró a la federación y el 22 de mayo decretó que no existían condiciones para el regreso de esas industrias, ya que “podría generarse un alza incontrolable de contagios”.
El 29 de mayo cuando Puebla alcanzó su primer gran pico de contagios, con 197 casos en 24 horas; pese a ello, el gobierno federal concluyó dos días después la Jornada Nacional de Sana Distancia.
Junio, pronosticado por autoridades estatales y federales como el mes más complicado, arrancó con 3 mil 99 casos y 497 muertos, lo que obligó a la administración estatal a emitir otro decreto para guardar el confinamiento en el hogar.
El 10 de junio la entidad cumplía su tercer mes bajo el yugo del covid-19 y acumulaba 4 mil 364 casos y 633 muertos, desciende la tasa de letalidad a 14.5 unidades.
Las semanas siguientes fueron difíciles para Puebla, ya que el gobernador removió de la titularidad de la Secretaría de Salud a Uribe Téllez y en su lugar llegó José Antonio Martínez García; además, la entidad registró su segundo y tercer pico más altos de casos por arriba de los 300 diarios y el gobernador volvió a impedir el retorno de actividades en VW y Audi, aunado a que 7 de cada 10 pruebas positivas arrojaban resultados positivos.
Con la llegada de julio, el estado reportó 10 mil 229 casos y mil 390 muertos, pero las tasas de contagios diaria y semanal ascendieron a 96.5 y 681 unidades, respectivamente.
Por ahora, el gobernador Miguel Barbosa sostiene que no existen condiciones para el retorno de las actividades comerciales, sociales, académicas, culturales y religiosas, ya que el estado se encuentra en semáforo rojo y alerta máxima por contagios; además, 164 municipios han sido afectados con al menos un caso, mientras que 57 profesionales de la salud y 4 niños han muerto.
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