El área de psicología en las escuelas es importante para poder detectar problemas con los alumnos, ayudarlos con la regularización y canalizarlos con especialistas en caso de que se sospeche de alguna situación compleja. Sin embargo, es muy importante que todos se encuentren en sintonía para ayudar al niño o adolescente en esos momentos.
Cecilia Ibarra Compian, psicoterapeuta infantil y adolescente, comenta que el área psicológica dentro de los centros educativos son relevantes para fungir como apoyo para el maestro, que le permita identificar malestares emocionales, dificultades de aprendizaje, conductas de riesgo y ambientes poco favorables para el aprendizaje.

“Esto le ayuda a los maestros a tener un recurso cercano para las dificultades que puedan presentar los alumnos, mientras que a las familias les beneficia porque les permite identificar si lo síntomas que presenta el alumno son conductas que merecen la atención psicológica o son conductas propias de la edad”, declara.
Indica Ibarra Compian que, si un maestro detecta cierta conducta en el alumno que pudiera indicar alguna situación, es que se debe canalizar al departamento de psicología, la cual se dedica a valorar las condiciones del niño y, en caso de ser necesario, lo canaliza a un tipo de atención especializada, ya sea particular o pública.
“Cómo padres el departamento de psicología va a guiarnos, pero es nuestra responsabilidad atender y escuchar las necesidades de nuestros hijos. Todas las necesidades son importantes, más las emocionales. Todas las crisis emocionales tienen un trasfondo y es necesario escucharlo”.
Hablar ayuda
La psicóloga Diana Elizabeth de la Fuente Parra, comenta que el hablar sobre salud mental a cualquier edad es crucial para la vida, pues esto brinda a que haya una sociedad más empática, informada y libre de prejuicios, que ayudan a derribar mitos profundamente arraigados, como la creencia de que recibir atención psicológica o psiquiátrica es "para personas locas", o que el uso de medicamentos psiquiátricos es dañino para el cuerpo.
“Hablar abiertamente sobre salud mental nos ayuda a reconocer cuándo es necesario buscar atención profesional, y a comprender mejor tanto nuestras propias emociones como las de quienes atraviesan momentos difíciles”, menciona.