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Los líderes parlamentarios de PRI, PAN y PRD en la Cámara de Diputados consolidaron las estructuras de mando al interior de sus bancadas durante el primer mes de la 63 Legislatura, y sus respectivas burbujas conformadas por un reducido grupo de legisladores asumieron ya el control de las decisiones en San Lázaro.
Apenas 17 diputados operan así la interlocución, la construcción de acuerdos y finalmente las definiciones.
Son los legisladores que negocian en representación de 371 diputados priistas, panistas y perredistas; es decir, tres cuartas partes del total, y que al final imponen generalmente su mayoría.
Encabezada por César Camacho, la burbuja del PRI se integra en su primer círculo con los diputados Jorge Carlos Ramírez Marín, Enrique Jackson, Alfredo del Mazo, Ivonne Ortega y Carolina Monroy.
El coordinador panista Marko Cortés opera a su vez con Federico Döring, Ulises Ramírez, Armando Rivera, Eukid Castañón y Agustín Rodríguez, mientras su homólogo perredista Francisco Martínez lo hace con Guadalupe Acosta, Agustín Basave, Fidel Calderón y Cristina Gaytán.
Los vicecoordinadores del PRI, Jorge Carlos Ramírez, y del PRD, Guadalupe Acosta, justificaron la concentración del poder y de las decisiones en las llamadas burbujas, pero sostuvieron que la última palabra corresponde siempre al pleno, e incluso afirmaron que en los congresos de otros países las estructuras de mando son más verticales.
"Las decisiones en el PRI, tampoco es difícil decirlo y menos saberlo, se toman a partir de una coordinación, y el coordinador es sin duda el elemento más importante, porque es el vínculo, el enlace del PRI con todas las demás fuerzas, con el CEN y ahora con el gobierno", puntualizó el priista.
Subrayó, sin embargo, que su fracción legislativa delega diversas responsabilidades directivas en 16 vicecoordinadores: "hay unos que se notan más, porque su trabajo es más cotidiano, pero la mayor parte de las decisiones se comparten, se estudian, y esa es la función de estos integrantes que reciben del grupo un encargo específico".
—Pero, finalmente es una estructura vertical— se le insistió.
—No creo que sea vertical. El PRI es el único partido que tiene una estructura de coordinadores estatales y una plenaria donde los diputados conocen y opinan del orden del día; el PRI es un partido organizado, no se trata de una verticalidad, sino simplemente de organización.
Acosta sostuvo que la concentración de las negociaciones y los acuerdos en grupos reducidos es el esquema que mundialmente opera en los congresos.
"En todos los lugares hay coordinadores, jefes de bancada, que se encargan de procesar los acuerdos que luego se llevan al pleno de la cámara de los diputados o de la cámara de los senadores, o de la cámara de los comunes o de cualquier tipo de órgano legislativo; entonces, es natural, es así", dijo.
Señaló que los grupos parlamentarios tienen sus respectivas mesas directivas para procesar los asuntos, mientras la Junta de Coordinación Política es un órgano de gobierno representativo y proporcional a la dimensión de las bancadas, por lo que eso "es lo más normal del mundo; lo raro sería asambleas sin cuerpos colegiados, sin órganos que procesen los acuerdos".