Un día como hoy, el 24 de diciembre de 1968, el año en que nació Canal 12 (hoy Canal 6), tres astronautas: Frank Borman, Jim Lovell y William Anders sobrevolaban la Luna en la Misión Apolo 8, la primera en llevar seres humanos a la Luna.
Esa noche de Navidad le mandaron a la humanidad un regalo: La Maravilla Azul, conocida así como la fotografía de la Tierra, tomada desde una de sus órbitas alrededor de la Luna.
Apolo 8 también es recordada porque durante el vuelo se hizo el primer electrocardiograma desde las cercanías de la Luna. El astronauta William Anders, piloto del módulo lunar, fue el “paciente” y quien dirigió el estudio fue el cardiólogo mexicano, doctor Ramiro Iglesias, médico de la NASA y a quien entrevisté en el programa Cambios en agosto de 2003.
Doctor Iglesias, ¿para qué ir a la Luna? Algunos dicen que lo único que trajeron los astronautas fueron piedras...
Es una errónea apreciación decir que tanto esfuerzo y tanto dinero (solo sirvieron) para traer un montón de piedras. No es así, lo que se produjo fueron más adelantos científicos y tecnológicos que jamás la humanidad había tenido a disposición.
Se dice por cierto que una sola misión de Apolo, probablemente se refieren al Apolo 11, produjo más adelantos científicos que todas las guerras que la humanidad ha sufrido en toda su historia. Entonces no es una apreciación errónea decir que solo se fue por piedras, en realidad son esfuerzos muy productivos que ahora mismo están a disposición de la humanidad para empezar a cambiar ciertamente a la sociedad mundial.
Cada vez la estancia de los astronautas en la Estación Espacial Internacional se hace más extensa y pesada. Usted como especialista en medicina aeroespacial, ¿qué nos puede destacar de los últimos avances?
Mire, la prioridad es realmente la construcción de la Estación Espacial Internacional. Esto es que los astronautas americanos, los rusos y de otras nacionalidades están construyendo la estación, colocando nuevos módulos, nuevos equipos, una serie de elementos que van configurando un laboratorio espacial inmenso, una plataforma espacial de donde partirán justamente los vuelos a la Luna, al planeta Marte y demás.
Las investigaciones médicas son nada más la observación de la salud y de la seguridad de los astronautas. Hay uno que otro experimento nuevo porque ahora es meramente operacional su actividad.
Al cumplirse en julio de 1999 el trigésimo aniversario de la llegada del hombre a la Luna, entrevistamos al astronauta Franklin Chang Díaz y él hizo algunas observaciones sobre los riesgos de un viaje largo, por ejemplo a Marte, en la salud de los astronautas, ¿sobre esto qué nos puede decir?
Conozco muy bien a Franklin, es de nacionalidad costarricense, es un hombre extraordinario, es un sabio de origen chino y es un físico de plasma. El plasma es la materia que nosotros vemos cuando se produce un relámpago, o la materia de la que está hecho el sol, es el cuarto estado de la materia, no es líquido, ni sólido, ni gaseoso, es otra cosa. Sobre eso está trabajando el doctor Chang Díaz, representando a la NASA en el Instituto de Massachusetts y muy pronto esperamos que se tendría un nuevo combustible.
¿Cuánto dura un viaje al planeta Marte?
El viaje a Marte dura por lo menos seis, si no siete meses, y eso cuando el planeta se acerca al nuestro. Sigue siendo un viaje peligroso de millones de kilómetros. El combustible en el que trabaja el doctor Chang Díaz –el plasma- hará que la nave se acelere de manera considerable y que el viaje en lugar de que dure meses puede hacerse en semanas, y eventualmente podrían ser estos viajes de días.
¿Y qué puede suceder con las tripulaciones sometidas a esas grandes aceleraciones?
De acuerdo con el análisis que se hace de la Ley de la Relatividad de Albert Einstein, en el sentido de que se aumenta la velocidad, se acorta el tiempo que transcurre; bueno, el tiempo relativista, el tiempo que transcurre en una nave no en la Tierra; si esa nave se acelera cerca de la velocidad de la luz —300 mil kilómetros por segundo—, el tiempo casi se detiene. Un viaje por ejemplo al centro de la galaxia, llevaría tiempo relativista dentro de la nave 25 años, o sea una generación, pero aquí en la Tierra habrán transcurrido miles, quizá millones de años.
Entonces, la velocidad que se lleva desarrollar para ir a Marte no influye acentuadamente en que si transcurre más o menos el tiempo en el cuerpo humano, no creo que eso modifique mayor cosa el tiempo relativista, el tiempo dentro de la nave y por lo tanto que modifique de algún modo la edad de los astronautas que viajen a Marte.
