La Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, encabezó la entrega de 120 viviendas sociales destinadas a comunidades indígenas residentes en la capital, en un acto que calificó como un paso firme hacia la justicia social y la defensa del derecho a habitar la ciudad.
Las viviendas se ubican en tres predios del Centro Histórico y uno más en la colonia Guerrero, zonas que reflejan el esfuerzo por garantizar que las familias más vulnerables permanezcan en el corazón de la capital y no sean desplazadas hacia la periferia por el avance de la gentrificación.
Durante el evento, Brugada anunció que en 2026 se pondrá en marcha un programa de subsidio a la vivienda, diseñado para enfrentar directamente los efectos del encarecimiento inmobiliario. Este esquema beneficiará a jóvenes que buscan rentar, a sectores populares sin recursos suficientes para adquirir vivienda, y a personas pensionadas, quienes han sido particularmente afectadas por el incremento de las rentas en distintas zonas de la ciudad.
“Cumplimos al menos tres derechos: el derecho a la vivienda, el derecho social y el derecho a la justicia”, expresó la mandataria capitalina.
Vivienda social como antídoto contra el desplazamiento
Brugada subrayó que la construcción de vivienda social se ha convertido en un instrumento de transformación urbana y justicia territorial, que no sólo dota de espacios dignos a las familias, sino que garantiza que comunidades indígenas y de bajos ingresos permanezcan en el centro de la ciudad, donde se encuentran sus redes sociales, laborales y culturales.
Las viviendas entregadas fueron destinadas a grupos de origen: otomí, mazahua, purépecha, wixárica, chontal, tzotzil y triqui, comunidades que desde hace años forman parte de la vida social y cultural de la capital.
Los precios oscilaron entre 464 mil y 700 mil pesos, lo que demuestra, según Brugada, que la ciudad está logrando producir vivienda social de alta calidad a bajo costo.
Innovación urbana y economía comunitaria
El proyecto de Isabel la Católica fue destacado como un modelo innovador, al combinar vivienda con espacios productivos: departamentos en los niveles superiores y una plaza comercial en la planta baja, con el objetivo de que los inquilinos puedan vender sus productos sin ocupar la vía pública, fortaleciendo así la economía familiar y la convivencia comunitaria.
Tres líneas estratégicas
La política de vivienda del gobierno capitalino contempla tres ejes:
- Construcción de vivienda digna y asequible.
- Mejoramiento de vivienda mediante créditos accesibles.
- Apoyo a familias con predio propio para edificar o ampliar en uno o dos niveles adicionales.
Con ello, se busca multiplicar las oportunidades de acceso a la vivienda, combatir la especulación inmobiliaria y garantizar el derecho a habitar la ciudad en condiciones de igualdad.
Próximos pasos
El secretario de Vivienda, Inti Muñoz Santini, adelantó que a partir de 2026 se iniciará la construcción de 700 viviendas adicionales para comunidades indígenas, como parte de un esfuerzo permanente de la “ciudad solidaria”.
Por su parte, beneficiarias y representantes de organizaciones indígenas reconocieron la labor del gobierno capitalino por impulsar políticas que evitan el desplazamiento y garantizan el derecho a vivir dignamente en la ciudad.
CHZ