El profesor de la UNAM, Mario Zaragoza Ramírez, acusó que existe una “red de complicidades” en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales que favorece en clases y en el escalafón a sus incondicionales.
En entrevista con MILENIO, dio cuenta que en junio de 2023 participó en el Concurso de Oposición Abierto para obtener la plaza de “profesor asociado”; sin embargo, y pese acreditar plenamente con los requisitos, se favoreció a otra persona de manera parcial.
Por ello, presentó un recurso de inconformidad a fin de que se restablezca el proceso, se lleve a cabo de manera imparcial y se elija al docente que cumpla con los requisitos y sea el mejor capacitado para el puesto.
Comentó que estos “grupos de interés” siguen arremetiendo en su contra, prueba de ellos es que, desde el 31 de mayo de este año, sin aviso formal ni institucional, fue dejado sin clases para el siguiente semestre y con ello se dio por finalizado su contrato de manera unilateral.
“La coordinadora no me explicó que ya no iba a estar, no me dio una sola explicación. Me enteré hasta que se publicaron las listas que no estoy programado para clases”, dijo.
Indicó que lo anterior se dio, a pesar de que tiene un recurso de inconformidad ante la Comisión Mixta, en el que pide renovar el proceso del concurso de oposición, a fin de que sea imparcial hacia los participantes.
En ese sentido, negó la versión que se ha querido difundir desde la coordinación de comunicación que ha argumentado que “tiene demandada a la UNAM”.
En su cuenta de X, detalló cómo pese a sus 20 años como profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, su situación cambió.
“Hace más de dos años, en junio de 2023, inició el proceso del Concurso de Oposición Abierto (COA) de la plaza de profesor asociado a la que me integré y trabajé desde 2018, donde además subí de categoría en la evaluación del PRIDE-UNAM y soy miembro del SNII. Los quince años previos, los hice como profesor de asignatura”.
“El 1 de junio de 2023 se publicó la convocatoria en la Gaceta UNAM. Y siempre confié en la @UNAM_MX y en sus mecanismos institucionales para evaluar el desempeño académico y la trayectoria que he construido en dos décadas”.
“Error mío, ahora lo sé. Porque, no fue así, desde la primera evaluación, la institucionalidad e imparcialidad fueron quebrantadas con el objetivo de beneficiar a alguien más. Aunque las pruebas que realicé son sólidas y dan prueba de mis conocimientos en el campo, la materia, el trabajo docente y de investigación, fueron dictaminadas de manera parcial y con sesgos personales. Prueba de ello es el texto que mi representante presentó al pleno del consejo técnico de la FCPyS y que detalla cada prueba y cada sub-evaluación”, explicó.
En ese sentido, dijo “(preliminarmente), que la decisión de la comisión dictaminadora no fue para perjudicarme sino para favorecer a otra persona. Pero luego de una tercera evaluación y después del recurso de revisión de la comisión 106 avalada por el Estatuto de Personal Académico (EPA), quedó claro que, sería una ingenuidad pensar lo contrario, sí es algo personal”.
“Dos evidencias de lo anterior, que por cierto forman parte de una lista más larga de agravantes son: 1) la comisión dictaminadora que se supone debe trabajar con seis personas (incluidas dos que no sean parte de la FCPyS) sólo operó con tres integrantes y usó la firma de un cuarto que por cierto gozaba de un periodo sabático (lo que ante todo es ilegal)”.
“Y 2) esa comisión de tres profesores de la facultad, donde aunque uno era externo en el papel (de la FES Aragón, pero que da clases en el campo de publicidad de la FCPyS) realizaron evaluaciones sesgadas y con un claro interés de grupo. Es decir para favorecerse entre ellos. Y sólo entre ellos. Donde ninguno es desconocido y quienes se caracterizan, como sucedió en toda la administración anterior en la @UNAM_FCPyS , de solaparse, protegerse y actuar a través de redes de complicidades.”.
El profesor Zaragoza confió en la resolución de la Comisión Mixta, integrada por representantes sindicales, de la rectoría y abogados de la facultad, y resuelva de la mejor manera para la vida institucional de la máxima casa de estudios.
“No estoy pidiendo que se me asigne el triunfo, no para nada. Lo que yo quiero es que el concurso se dé en las condiciones imparciales, como es que deben hacerse los concursos. Lo que está pidiendo mi recurso no es que me den el triunfo, sino que se repita el proceso. Porque estuvo mal de fondo. No estoy pidiendo que se me favorezca de ninguna forma, estoy pidiendo que el concurso se lleve a cabo de la forma más imparcial posible, como tendría que ser en una Universidad como la nuestra, como la casa de estudios más importante de este país y que se privilegia y permanezca en la institucionalidad”, dijo.
LG