El magistrado Felipe de la Mata Pizaña consideró que para la elección judicial de 2027, se tienen que corregir todas las reglas "absurdas e irracionales" que volvieron el proceso “un verdadero desgarriate”, entre resistencias y criterios no razonables para elegir candidaturas, como la tómbola y tres comités con criterios diferenciados y discrecionales que ni siquiera eran jurídicos.
Durante la inauguración del posdoctorado en Constitucionalismo y Democracia, de la Escuela Judicial Electoral, el magistrado de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Felipe de la Mata Pizaña ofreció la conferencia magistral Reforma judicial y resistencia en donde habló de todos los obstáculos que heredó esta reforma para la elección que fue la más compleja en la historia de la democracia mexicana.
Requisitos para elegir jueces no fueron claros: De la Mata
El magistrado comenzó señalando que el primer riesgo que él mismo advirtió de que las y los jueces fueran electos en campañas, era que se corre el riesgo de que “un juez sea electo puede ser muy guapo, pero puede ser un mal juez; porque baile bien y cuente buenos chistes, pero que tampoco sea un buen juez; o que pudiera haber algunas fórmulas de ayuda de diversas corporaciones, que pueden ser lo mismo empresarios, iglesias, crimen organizado, etcétera y eso tampoco es buena idea, particularmente para la toma de decisiones”.
Después, detalló que el cambio de requisitos para que una persona pueda ser jueza, magistrada o ministra no fueron del todo claros sino más subjetivos, por ejemplo, el promedio.
“El promedio de ocho parecería fácil, pero había universidades que decían ‘acreditado’, pero no decían si era nueve, siete o seis; y el nueve puntos en especialidad fue bastante complicado, esto fue un verdadero desgarriate, vamos a decirlo, porque cada uno de los Poderes de la Unión calculó el nueve de diferente manera.
“Tampoco estoy seguro de que fuera buena idea los promedios, tampoco creo que tú lo que sacaste en la licenciatura, sea como una especie de demonio o ángel que te persiga a lo largo de toda tu vida”.
Como lo expuso en la reunión de la Sala Superior con la Comisión Presidencial para la Reforma Electoral, el magistrado reiteró que elegir candidaturas para el Poder Judicial a través de una tómbola, no fue una buena idea.
“Si para un cargo tienen que haber tres candidatos pero el Comité determinaba que habían cinco personas que eran muy buenas y que tenían que ser consideradas, entonces lo que se hizo fue hacer una tómbola y tampoco es razonable, lo digo con mucha sinceridad, la existencia de la tómbola.
“Dirán que es democrático, si la lógica tiene que ser la de que sean las mejores personas posibles desde una perspectiva jurídica, pues lo razonable tenía que ser, perdón que lo vuelva a hacer notar, que fueran criterios jurídicos los que fueran de discrecionalidad. Es como decía Maquiavelo, que para ser político se requiere no nada más tener talento, sino también suerte; y en este caso, justamente se demostró que se necesitaba suerte”.
Se deben replantear lineamientos para 2027, insiste magistrado
De la Mata Pizaña también criticó “las reglas irracionales” de las campañas, como que no hubiera financiamiento público pero tampoco privado, es decir, que para ser juez, magistrado o ministro en este país, necesariamente se debía ser rico.
“Solamente podías tener autofinanciamiento y esto implicaba que solamente los ricos podían ser candidatos a jueces, magistrados y ministros. Es decir, por lo menos los que tuvieran una lanita guardada”.
Por lo que insistió en que “este tipo de cosas que se tienen que repensar frente a la elección de 2027, cuando se renovarán otros magistrados de Sala Superior y la otra mitad de los jueces y magistrado del Poder Judicial. Y como ustedes se dan cuenta, estamos ante un sistema complejo, y perdón que lo diga, a ratos irracional”.
El magistrado también aprovechó para criticar la labor de la anterior integración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por su actuación ante la intervención de jueces en asuntos electorales para tratar de blindar sus cargos.
“Los jueces de distrito, perdón que lo diga y quedará en su conciencia, pero es más que evidente, lo que hicieron que tratar de autobeneficiarse tratando de detener la elección a través de amparos electorales; y con eso estaban ignorando las reglas básicas del derecho electoral y del amparo, que es no hay amparo electoral, y además querían que los obedeciéramos, lo cual era ridículo.
“Curiosamente la Suprema Corte por alguna razón que no entendemos del todo, trató de estar bien con Dios y con el diablo. La Corte yo creo que pasara a la historia y se estudiará, ojalá se estudie esta sentencia, porque termina siendo una sentencia ridícula donde termina llamándose opinión a lo que es una sentencia del Tribunal Electoral, y donde termina de establecerse que esa sentencia no resultaba obligatoria, cuando fue la que terminó obedeciéndose”.
Recalcó que la elección judicial que acaba de concluir, dejó muchas lecciones que deben ser analizadas para corregirse rumbo al siguiente proceso electoral de 2027.

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