El presidente del Consejo Consultivo del Agua, Raúl Rodríguez Márquez, aseguró que el nuevo marco legal en materia de agua que se aprobó en el Congreso de la Unión debe ir acompañado de un presupuesto suficiente para materializar la intención de recuperar la rectoría del Estado, pues de lo contrario, habrá una “muy buena ley”, pero sin recursos para aplicarla.
En entrevista con MILENIO, el especialista explicó que en México se destina un presupuesto a la política de infraestructura hídrica equivalente al 10 por ciento de lo que recomienda el estándar internacional, lo cual no alcanza para garantizar agua de calidad y en cantidad suficiente para toda la población.
Rodríguez afirmó que las nuevas leyes propuestas por la presidenta Claudia Sheinbaum ayudan a delimitar “lo que está mal y lo que está bien” en el régimen de aguas en México, pero “un área importante de atender, es la parte presupuestal: necesita más recurso”.
Señaló que “una parte que no se ha discutido mucho o casi nada, en esta parte del marco normativo, es que falta presupuesto para el agua”.
Reprochó que en el Presupuesto de Egresos para el 2026, a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) se le hayan disminuido los recursos en 1.2 por ciento.
“En lugar de incrementarse, como es la necesidad, se disminuyó: bajó de 37 mil y fracción de millones de pesos a 36 mil 200 millones de pesos. Eso no es posible. Esa cantidad de recursos es totalmente insuficiente”.
“Los organismos internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la propia Organización Mundial de la Salud, hablan que al menos (debe invertirse) un punto porcentual del Producto Interno Bruto; un punto del Producto Interno Bruto de nuestro país anual, más o menos, vale 350 mil millones de pesos, eso sería lo ideal. Lo deseable a veces no es lo posible, pero decimos: ‘no son los 350 mil, (entonces) al menos la mitad, pero no 36 mil’”.
Consideró que 36 mil millones de pesos “es muy poquito para el gran reto que tiene el sector hídrico en este país”.
— ¿Es casi el 10 por ciento de lo que tendría que invertirse?
"Es eso", respondió.
Rodríguez Márquez respaldó la propuesta legislativa de la titular del Poder Ejecutivo, pues afirmó que “nuestro país necesita un marco normativo actualizado del sector hídrico; es importante tener la claridad de la certeza jurídica para poder sentar las bases para hacer mayores inversiones a un tema que es fundamental, que es la seguridad hídrica, entendida como la arquitectura institucional que se debe de asegurar de dotar de agua a todos sus del agua en el país, de agua de calidad, y en cantidad suficiente”.
Sin embargo, consideró que ese marco normativo fuerte, robusto y claro que se propone y avanza en las cámaras legislativas “tiene que venir acompañado con una inversión; las dos cosas separadas no pueden darse, tienen que ser como una mezcla, una conjunción de esfuerzo, porque si no, queda esa paradoja: tenemos una muy buena ley, pero no tenemos recursos para aplicarla”.
Abatir fugas y mejorar riego
La inversión, dijo, debe darse en diferentes aspectos para el consumo del agua, tanto de uso agrícola como de uso urbano-doméstico.
Por ejemplo, dijo, para reparar las tuberías cuyas deficiencias ocasionan múltiples fugas de agua.
“¿Cómo es posible que, en una red de agua, la mitad del agua se quede en la tubería, ni siquiera se infiltre o recargue los mantos acuíferos? En ese tipo de cosas hay que invertirle ese recurso y cuando el gobierno te dice ‘no tengo recurso, ¿qué hago?’, invita a invertir al sector privado”, expuso el especialista.
“Hay ejemplos exitosos de coinversiones público-privadas a través de un marco legal que se llama la opción de asociaciones público-privadas, las APPs, de las que existen casos reales, como la planta de Atotonilco, aquí en Hidalgo, donde está trabajando una planta de tratamiento, la más grande del país, muy exitosa, bajo su esquema con empresa privada y con recursos gubernamentales y el resultado es un buen servicio”.
En el sector agrícola, continuó Rodríguez, opinó que es necesaria la inversión en los distritos de riego para hacer un uso más eficiente del agua y se desperdicie menos.
“Hace algunos años existían proyectos y programas federales muy importantes, como tecnificación del riego, uso eficiente del agua, que apoyaban sobre todo a los pequeños y medianos productores que no tienen recursos para invertir en una tecnificación. Había recursos federales. Desafortunadamente, el sexenio pasado desaparecieron muchos programas y uno de ellos fue este”.
“Entonces, ¿qué es lo que tiene que hacer este nuevo marco normativo y este Plan Nacional Hídrico? Decir, ese sector es el que debemos apoyar. Es el prioritario que debemos de apoyar porque son los más, de alguna manera, vulnerables, porque no tienen recursos, no son sujetos de crédito, ya no existe una Financiera Rural u otros que puedan financiar el tema y si no lo hace el gobierno federal, difícilmente alguien más lo va a hacer. ¿Y ellos qué van a hacer? Van a regar, como Dios les dé a entender, porque tienen que producir, pero van a regar otra vez de manera ineficiente, desperdiciando mucha agua y entonces sigue el círculo vicioso”.
LG