Todo en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles fue fiesta. Quienes llegaban, cual paseo turístico, lo primero que hacían era sacar su teléfono y grababan cuanto querían. Otros preferían tomarse una selfie en la entrada o le pedían a alguien más que tomara la foto en familia.
Ya adentro, simpatizantes del presidente Andrés Manuel López Obrador coreaban la arenga que ya se ha vuelto clásica de su movimiento: “Es un honor…”; pero hoy, por la inauguración, agregaron el “¡Sí se pudo!”.

Pero la fiesta por esta mega obra también dio oportunidad para promover con mantas la consulta de revocación de mandato del presidente de la República.
“Tenemos Patria. Tenemos líder. Tenemos esperanza”, se leía en una junto a una imagen de López Obrador.
Algunos decidieron aprovechar el escenario para criticar a la prensa y hasta un show con cámaras de cartón montaron en los pasillos del nuevo aeropuerto en Santa Lucía.
Otro grupo de simpatizantes esperaron en diferentes puntos la llegada de quien parecía el festejado en esta celebración.
“Gracias señor Presidente, estos son hechos. Gto (Guanajuato) presente”, se leía en una cartulina que portaba una adulta mayor.
Mientras esperaban al festejado, los simpatizantes aprovecharon para vitorear y tomar fotos con sus celulares de los aliados e invitados a esta fiesta, como el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, quien incluso se acercó a un pequeño grupo para saludar de mano a algunos.
“No se deje, gobernador”, le gritó un señor.
Aprovechando la celebración y la gran cantidad de invitados, trabajadores de la Lotería Nacional, con chaleco guinda, se apostaron en la entrada del aeropuerto para vender cachitos.

Para esta fiesta, una orquesta regional ubicada en las salas de partida puso la música; mientras que la comida y la bebida estuvo a cargo de algunos de los establecimientos comerciales, por la temprana hora, mayormente fue café y pan.
Estos negocios, al igual que las aerolíneas, pusieron globos por su estreno, y es que todo huele a nuevo en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
Incluso en algunos puntos, como en la zona de autobuses, los empleados todavía quitaban el plástico a las pantallas que muestran las corridas.
También se estrenaron las llamadas e-gates, puertas eléctricas colocadas antes de los filtros de seguridad en las que se coloca el código QR del pase de abordar para un acceso más ágil, tecnología que no se cuenta en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Aunque también es cierto que todavía hay pendientes como los baños que aunque llamaron mucho la atención por su diseño de luchadores o de la época de oro del cine mexicano, algunos todavía no estaban habilitados, otros no tenían agua, lo que provocó la molestia de pasajeros; incluso en otros puntos, por la mañana todavía había trabajadores de construcción barriendo y dando los últimos retoques a la obra.
Otro pendiente fue la conectividad, pues la señal en los celulares era baja o nula, lo que también provocó demoras en los negocios por el cobro con terminal bancaria.
Pero nada de esto arruinó la fiesta que fue la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
DMZ