Dicen que son como una plaga.
Mujeres, personas de la tercera edad y desempleados encuentran trabajo como conductores de mototaxis, modalidad del transporte público que opera de manera irregular sobre todo en la zona oriente de este municipio y cuya tarifa mínima es de ocho pesos, por lo que los usuarios los prefieren a los taxis tradicionales, que cobran 35 hasta 50 pesos como mínimo.
“No los regula nadie, están protegidos, por gente que es dirigente de otras organizaciones. Llegan a detenerlos y llega el dirigente a sacarlos; entonces es el influyentismo, el abuso del poder, es lo que defiende a los mototaxis y cada trienio o cada sexenio es lo mismo, porque lo que quieren son votos, a ellos no les importa que sean chicos, chaparros o enanos, gordos, morenos, con el simple hecho que se muevan y puedan votar la misma autoridad les da”, rebate Lourdes Ortiz Ocaranza, presidenta de la Unión de Bicitaxis A. C. (Ubac).
“Somos gente de la comunidad, evitamos que los chamacos anden de rateros o haciendo tonterías. Desde hace 17 años prestamos el servicio en Tultitlán, incluso antes de que hubiera tantos taxis y queremos que legalicen el servicio en las motos”, señala.
Desde la década de los noventas se observaron los bicitaxis por diferentes municipios del oriente del estado prestando servicio al público, que se trasformaron en los mototaxis, una nueva forma de transporte de viajeros que surgió para optimizar sus tiempos de desplazamientos y más barato que las tarifas de un camión o un taxi convencional.
Se incorporó al transporte público y se convirtió en una herramienta de trabajo para muchos pobladores, originándose una sobreoferta del servicio, que ha desencadenado en la disminución de su calidad, rebaja de tarifas, mínima rentabilidad del negocio, falta de mantenimiento a las unidades, competencia desleal, que se expresa en una actividad más de la economía informal y con aportaciones a empeorar las condiciones ambientales y del tránsito de las principales municipios metropolitanos, además de los riesgos de accidentes.
No es de lujo, pero su uso crece
En la Encuesta Origen Destino 2017, en la Zona Metropolitana del Valle de México muestra que se realizan cotidianamente alrededor de 90 mil viajes en bicitaxi, lo que equivale a 5 veces más viajes de los que haría el Mexicable.
En contraste,el vehículo de tres ruedas realiza 274 mil viajes al día, que representa tres veces más viajes de los realizados en Bicitaxi, dos veces más que viajes de taxis o por medio de aplicación móvil; incluso 37 veces más que los viajes en el Mexicable y Tren Suburbano.
No existe un censo oficial de estos prestadores informales del servicio, pero cálculos de la Secretaría de Trasporte refieren que más de 26 mil mototaxis pululan por municipios mexiquenses, los cuales no cuentan con ningún tipo de permiso ni medidas de seguridad para los usuarios y admite que es una alternativa de empleo, por eso busca su reconversión a bicitaxis y su circulación por vías alternas o secundarias para minimizar accidentes viales.
De 2007 al 2017, los usuarios de transporte público migraron al uso de este servicio, que registró un incremento en su demanda de un 75 por ciento, en este periodo.
Alejandro Palmerin especialista en Sistemas de Transporte de Transita Seguro y Víctor Alvarado, coordinador de Movilidad y Cambio Climático de El Poder del Consumidor, advierten que estos vehículos de tres ruedas producen 19 veces más dióxido de carbono (CO2) en comparación con un viaje en transporte público tipo Metrobús por cada kilómetro recorrido.
Ejemplificó que en los municipios de Nezahualcóyotl y mototaxis Ecatepec, las personas que salen del metro o de las alimentadoras al Mexibús y abordan un mototaxi para recorrer menos de 1.2 kilómetros.
Tan sólo en el municipio de Chimalhuacán unos cinco mil mototaxis prestan el servicio de traslado intermunicipal.
El debate
Los principales usuarios de este servicio son mujeres que los utilizan para trayectos cortos dentro de sus propias colonias como recoger a los niños en las escuelas,ir de compras al mercado o sitios cercanos y para resolver necesidades que impliquen trayectos cortos, indica Palmerín.
Los mototaxis operan de manera irregular en varios municipios del estado de México, entre ellos Chimalhuacán, Chicoloapan, Chiconcuac, Nezahualcóyotl, Tultitlán, y otros limítrofes a la Ciudad de México.
Terminantemente el Código Administrativo prohíbe los mototaxis y a pesar de ello Antorcha Campesina los provee de las unidades, pues muchos rentan los automotores, acusa Juan Sánchez presidente vitalicio de la Alianza de Autotransporte Autónoma de la República Mexicana.
Sé que no hay la suficiente fuente de trabajo, nosotros mismos tenemos una hilera de gente que todos los días va a pedir trabajo. Se requiere un plan integral de movilidad urbana, que podría contemplar carriles exclusivos para bicicletas, donde circularían mototaxis y bicitaxis, dice.
“La gente busca la economía, pero no sabe que cuando abordan un taxi van asegurados con un seguro, porque al tener un percance inmediatamente acuden al seguro para que se cubran los gastos del usuario del transporte, pero los mototaxis no existe nada de eso, es lo que llamamos una competencia desleal y desgraciadamente cada trienio que viene, los mismos presidentes municipales le dicen a los mototaxis ‘no te preocupes, estén conmigo y vamos a ganar, los vamos a apoyar’”, espeta Fenando Islas Aubrey, presidente de Cofradía Taxistas del Valle de México.
Las asociaciones del taxi no han perdido un minuto en protestar por la competencia que puede suponer el nuevo servicio, además de porque, según ellos, carece de licencia.
Antes la gente decía el taxista “es muy loco para manejar”, ahora el taxista no es el loco, ahora el loco son los mototaxis: se les dan cerrones, se cierran, se pasan los altos, se meten a la derecha, a la izquierda, no respetan los sentidos, si el sentido es hacia el sur, ellos corren al norte.
LC
