Un video en el que la maestra Irma Hernández Cruz aparecía sometida poco antes de su muerte dirigió la atención hacia uno de los grupos criminales que opera en la costa del Golfo de México: Mafia Veracruzana.
El caso de la docente y taxista, a quien hallaron sin vida en el municipio de Álamo Temapache, reafirmó la presencia de esta célula delictiva en la región y evidenció su interés por controlar el cobro de piso a los transportistas. Sin embargo, Mafia Veracruzana no es una organización de reciente surgimiento, pues sus orígenes se pueden rastrear por lo menos hasta 2017. ¿Qué se sabe sobre esta agrupación? En MILENIO te contamos.
Una herencia de los Zetas Vieja Escuela
Durante los últimos años, el llamado cártel Mafia Veracruzana, conocido también como Fuerzas Especiales Grupo Sombra, ha sido identificado como una de las células emanadas del Cártel del Golfo y nutrida por antiguos miembros de Los Zetas.
Un informe del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD) publicado en 2019 expone que lo que hoy se conoce como Mafia Veracruzana surgió en un contexto en el que distintos grupos locales concentraron su atención en actividades específicas —como narcomenudeo, secuestro, robo de combustible y extorsión— aprovechando la fragmentación de Los Zetas en diversas facciones.
El paulatino debilitamiento de dicho cártel a mediados de la década pasada generó un vacío de poder y una lucha regional entre brazos armados del Cártel del Golfo, remanentes de Los Zetas, agrupaciones locales y células del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Así, el Grupo Sombra se erigió como una de las ramificaciones del Cártel del Golfo —junto con otra denominada Los Mismoz— para fortalecer su presencia en la región norte de Veracruz.
Reportes consultados por el periodista Óscar Balderas, de MILENIO, señalan que en 2017 la Mafia Veracruzana sólo operaba en dos ciudades. Para 2019, el IMDHD ya había detectado su expansión a 14 municipios y en 2024 se registró su presencia en 52 demarcaciones de la entidad.
Crueldad y narcodespensas
Desde su aparición, el Grupo Sombra/Mafia Veracruzana se ha promocionado a sí mismo como una organización cercana a la sociedad, teniendo la repartición de despensas como una de sus principales estrategias.

A lo largo de la última semana de 2017, sicarios de esta célula circularon por las colonias de Tuxpan y Poza Rica para entregar alimentos, bebidas y volantes a las familias, con motivo de las festividades de fin de año.
Según sus propios integrantes, los objetivos del Grupo Sombra son "limpiar" a Veracruz de Los Zetas y el CJNG, combatir los delitos del fuero común y llevar a cabo obras sociales que las autoridades no han puesto en marcha.
A pesar de su discurso, esta estructura delincuencial se ha encargado de hacer múltiples demostraciones de violencia. Una de las más conocidas ocurrió en enero de 2018, cuando miembros de esta célula difundieron un video con el interrogatorio y ejecución de una mujer identificada como Comandanta Paty, supuesta lideresa de Los Zetas.
En marzo de 2024, un comando armado abandonó varios cuerpos desmembrados y un narcomensaje en las inmediaciones del Palacio Municipal de Cazones. La cartulina le atribuía la brutal escena a Mafia Veracruzana y habría sido parte de su disputa con grupos como el CJNG.
Un par de meses atrás, en enero de ese año, el cártel jalisciense se adjudicó el abandono de varios cadáveres en un par de vehículos en Tuxpan. Junto a las unidades fueron colgadas un par de lonas que señalaban el supuesto reclutamiento de migrantes por parte del Grupo Sombra y amenazaban a uno de sus líderes: Martín Martínez Hernández, alias Comandante Mirinda.
Desde 2018, el gobierno de Veracruz anunció una recompensa de hasta un millón de pesos a quien brindara información que permitiera capturar a El Mirinda y varios de sus colaboradores. A pesar de ello, informes militares señalan que este hombre se ha mantenido al frente de la organización.
BM.