Policía
  • Ambulancias en la mira: de salvar vidas a traficar personas a EU por 15 mil dólares

  • Hay personas deportadas que, persistentes, buscan vías para reingresar a EU. Cruzar la frontera en una camilla, con oxígeno e intravenosas, es la nueva opción.
Falsos paramédicos anuncian que trasladan a pacientes en estado crítico a Estados Unidos, pero en realidad intentan traficar personas. | Especial

A partir de las 06:00 horas, la garita de San Ysidro, en Tijuana, es un caos. El sonido de los cláxones y los gritos de los vendedores de burritos rivalizan con el aullar estridente de las torretas de ambulancias, las cuales anuncian el traslado de pacientes estadunidenses que quieren ser atendidos en su país.

El 17 de junio no fue la excepción: a las 06:45 de ese día la agente Nancy Cervantes detectó la llegada de una ambulancia en el carril que ella supervisaba. El paramédico que conducía la unidad médica le informó que atrás, en la camilla, traía a un paciente en estado crítico.

Le mostró una supuesta licencia de conducir que acreditaba que la persona era un residente de Estados Unidos que habría sufrido una crisis médica en México y debía ser trasladado a su país.

La oficial se asomó a la ambulancia. Vio, en efecto, a alguien desvanecido en una camilla en la parte de atrás. Aun así algo le brincó. A pesar de la urgencia, envió el vehículo a una revisión secundaria. Según el parte de ese día, otro supervisor realizó una comparación simple entre la persona recostada –y acusada en tribunales– y la tarjeta de identificación de California presentada. Le pareció que se veían muy diferentes.

Fue por esa razón decidió tomarle huellas dactilares al paciente, mismas que fueron enviadas al Sistema Automatizado de Identificación Biométrica (IDENT, por sus siglas en inglés) del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés).

La mayoría de los casos de este modus operandi se han registrado en la garita de San Ysidro.
A partir de las 6:00 de la mañana, la garita de San Ysidro, en Tijuana, es un caos. | Especial

​El resultado que encontraron fue que, evidentemente, no era el mismo individuo de la tarjeta, e incluso había sido identificado como ciudadano mexicano y había sido deportado con anterioridad.

Su nombre real era Heriberto Morales, expulsado por primera vez de Estados Unidos a México el 22 de septiembre de 2023 a través de Brownsville, Texas. Había logrado regresar y de nuevo deportado el 24 de enero de 2025, también a través de ese paso texano.

Nueva modalidad: pasar por enfermo gringo

Según documentos de la Corte del Distrito Sur de California a las que tuvo acceso MILENIO, Heriberto recurrió a una estrategia extrema: fingir una enfermedad y contratar una ambulancia para hacerse pasar por paciente en estado crítico, con la esperanza de que la urgencia médica le permitiera evadir los filtros de la garita de San Ysidro.

Como si estuvieran coordinadas, ese 17 de junio una segunda ambulancia intentó ingresar con otro falso paciente. Fue a las 17:34 horas, diez horas después del primer intento donde intentó cruzar Heriberto Morales.

La mecánica fue la misma: el conductor de la ambulancia le entregó al oficial migratorio una tarjeta de residencia del estado de California, con lo que quería comprobar que el paciente era ciudadano regular y tenía una emergencia médica que debía ser tratada en Estados Unidos.

Sólo que en este caso mandaron llamar a un técnico médico de emergencias para revisarlo, notó que no estaba inconsciente ni mostraba signos de dolor. Confirmó que incluso durante la evaluación, el hombre abrió los ojos y sonrió.

Pero eso no fue lo único que habían hecho mal: cuando un agente le quitó los zapatos para revisarlo, encontró que había escondido una identificación mexicana donde se veía su rostro. Y al tomarle las huellas dactilares encontraron en sus sistemas una coincidencia inconveniente: se había ordenado su deportación expedita el 23 de abril del presente año en Phoenix, Arizona.

Finalmente, el 8 de julio, tras varios días detenido, reconoció su culpabilidad, pero no reveló cuánto había pagado por haber sido trasladado en una ambulancia, donde se suponía cruzaría seguro y sin riesgos a la Unión Americana.

La mayoría de los casos de este modus operandi se han registrado en la garita de San Ysidro.
Traficantes intentan trasladar a migrantes sin documentos vía terrestre. | Especial

Los documentos de las cortes de California revelan que en las últimas semanas se registra un novedoso método para intentar cruzar la frontera: en al menos cuatro casos los migrantes sin documentos oficiales se hacen pasar por falsos pacientes para cruzar la garita en camillas de ambulancias.

Según los testimonios, los traficantes cobran 15 mil dólares (unos 275 mil pesos) por intentar cruzarlos en estos vehículos de servicios médicos, una cantidad estratosférica que, por lo visto, tampoco les garantiza el acceso al país del norte.

Hasta ahora todos los casos documentados se han dado en California, en tan sólo cinco semanas.

La mayoría de los casos de este modus operandi se han registrado en la garita de San Ysidro.
Personas deportadas intentan regresar a Estados Unidos a bordo de ambulancias. | Especial

Modus operandi mediante 15 mil dólares

Siete días antes del hecho referido, las autoridades ya detectaban un patrón: otra ambulancia acusaba una forma de operar semejante, si no es que idéntica.

Según un testimonio obtenido en el juzgado californiano, el 10 de junio a toda prisa llegó una ambulancia a uno de los carriles del cruce fronterizo. Eran las 14:39 horas.

Como si estuvieran calcados los casos, el conductor de la ambulancia mostró una licencia de conducir que pretendía acreditar al paciente como residente de Estados Unidos. Con premura anunció que el paciente en la camilla tenía una urgencia médica y necesitaba llegar a su país.

El oficial de CBP tomó la licencia y pidió al conductor que abriera la parte trasera de la ambulancia. El oficial observó a una persona recostada en una camilla, pero al acercar el documento al rostro se dio cuenta de la gran diferencia. La ambulancia fue enviada a una revisión secundaria y el supuesto paciente fue llevado en silla de ruedas y a la oficina de seguridad para una investigación adicional.

Ahí el hombre se echó para atrás, dijo que ya se sentía bien, no necesitaba atención médica. Pero era demasiado tarde: habían descubierto que realmente se llamaba Juan Moreno Morales, era mexicano y tenía 42 años.

La mayoría de los casos de este modus operandi se han registrado en la garita de San Ysidro.
Hasta ahora todos los casos documentados se han dado en California. | Especial

​En la transcripción presentada al juez se explica cómo y por qué realizó esa estratagema.

Contó que durante 31 años vivió en Estados Unidos, donde tuvo dos hijas que ya eran residentes estadunidenses. Una de 20 y otra de 16 años. Que siempre trabajó en la construcción e incluso ayudó a una de sus hijas a poner un pequeño local; sin embargo, el 13 de septiembre de 2023 había sido detenido en San Diego, California y luego deportado.

Así, no encontró otra opción y llegó al extremo de pagar 15 mil dólares para ser ingresado en una ambulancia con rumbo a Estados Unidos, porque, de hecho, ya había sido deportado siete veces, y dadas las pocas alternativas para regresar a ese país para reunirse con sus hijas decidió pagar tal cantidad de dinero.

Y sí, lo hizo de la manera que parecía más segura: montado en una ambulancia. Hoy se encuentra detenido y su juicio continúa.

Conductores y paramédicos montan el escenario

También se registró un caso en que la ambulancia transitó por los carriles de Inspección Rápida SENTRI, vías especiales para las cuales las tarjetas de cruce rápido se otorgan después de un escrutinio minucioso por parte de las autoridades de Estados Unidos y están reservados para viajeros previamente verificados.

​En estos casos, y por la novedad del tema, la información se maneja a cuentagotas en los tribunales. 

Sin embargo se sabe, a través de un expediente de la Corte del Distrito Sur, que el 6 de julio otro chofer de ambulancia, de nombre Elías de Jesús Cobos, quien figura en el padrón de grupos de respuesta de emergencias del ayuntamiento de Tijuana como conductor de la empresa Ambulancias Cobeno, fue detenido en la garita internacional de San Ysidro.

A las 11:05 horas, Cobos solicitó admisión a Estados Unidos como conductor de una ambulancia con placas mexicanas a través del puerto referido. 

Ese día iba acompañado de un paramédico mexicano identificado como Alberto Álvarez García, y un presunto paciente que se encontraba en la parte trasera de la ambulancia. Al final se sabría que su nombre es Pedro Jesús González.

Durante la inspección del oficial de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, Cobos declaró de inmediato que el paramédico Álvarez García realizaba reanimación cardiopulmonar a Pedro Jesús. El chofer presentó una identificación de California a nombre del paciente de la camilla, pero de cualquier manera el oficial de CBP refirió la ambulancia y a todos los ocupantes a una inspección secundaria.

La mayoría de los casos de este modus operandi se han registrado en la garita de San Ysidro.
Los migrantes se hacen pasar por enfermos residentes en Estados Unidos. | Especial

​Ahí otro oficial de CBP observó lo que parecía ser sangre seca proveniente de la nariz, rostro y cuello del paciente en la camilla. El oficial también observó que Álvarez García utilizaba una bolsa de aire para asistir la respiración del paciente.

Los oficiales a cargo, experimentados por los miles de eventos a su cargo, observaron un desfibrilador externo automático en uso, pero mal colocado en el paciente, quien parecía respirar y mostraba pulso yugular. El chofer hoy acusado argumentó a los oficiales que usaba el desfibrilador debido a que el paciente no respondía inicialmente, pero que después lograron estabilizarlo.

Sin embargo, la suerte en su contra estaba echada.

Poco más tarde, los registros del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) y del DHS arrojaron que Pedro Jesús González era ciudadano de Guatemala y que, además, como suele suceder en estos casos, había sido deportado antes. En este caso, todos los involucrados –chofer, paramédico, falso paciente– pagaron una fianza para ser liberados de entre 5 mil y 15 mil dólares.

ROA

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Laura Sánchez Ley
  • Laura Sánchez Ley
  • Es periodista independiente que escribe sobre archivos y expedientes clasificados. Autora del libro Aburto. Testimonios desde Almoloya, el infierno de hielo (Penguin Random House, 2022).
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