Son casi las 6 de la tarde del sábado 12 de julio pero el sol está a plenitud. Estamos en Ensenada. Se acaba de inaugurar el nuevo hospital general regional 23 del IMSS en este histórico puerto que alguna vez fue la capital de Baja California. A la salida, los medios de comunicación corren y comienzan a grabar: es la presidenta Sheinbaum, apoyada en la cerca perimetral del nuevo hospital, con megáfono en mano, atendiendo y dirigiendo un mensaje a un grupo de personas que se oponen a la ampliación del puerto El Sauzal.
“Nadie se niega al diálogo”, les dice. Y justo así, con mucho diálogo, fue como pudimos construir este anhelado Hospital que estuvo a punto de no ser.
La historia comenzó el 8 de junio de 2019, tenía 16 días como director general del IMSS y había ido a Tijuana acompañando al presidente López Obrador al Acto de Unidad en Defensa de la Dignidad de México y en favor de la Amistad con el Pueblo de los Estados Unidos.
También era sábado y como el evento era en la tarde, aproveché para visitar el hospital 8 de Ensenada que ya tenía 58 años. Estaba empezando a levantar un diagnóstico de las condiciones y necesidades de las unidades. Y desde entonces, la demanda justa del pueblo de Ensenada: necesitamos un nuevo hospital.
Y tenían razón: cuando se inauguró el hospital, en 1961, Ensenada tenía apenas 43 mil habitantes. Hoy son cerca de 470 mil.
¿Era necesario el nuevo hospital en Ensenada? Sí. ¿Teníamos terreno para hacerlo? No.
Y ahí empieza una historia llena de retos, sorpresa, buena voluntad y trabajo en equipo. En 2020 encontramos el terreno ideal. Preguntamos, dimos con que era del gobierno del estado. Presentamos el proyecto y nos dijeron que sí, nos donaban el terreno.
Pero de pronto, a este terreno le salieron otros dueños. El Insus, Instituto Nacional de Suelo Sustentable, se comunicó para decirnos que el predio era de ellos, pero que también estaban en disposición de donarlo. Había dos donadores y ningún terreno.
En noviembre del 2021 llegó la gobernadora Marina del Pilar. Puso manos a la obra y en cosa de 9 meses ya teníamos las escrituras a favor del IMSS. Una vez anunciada la donación, un grupo de beisbolistas metió una demanda por la posesión del predio; pero, de nuevo, el diálogo y la sensibilización sobre la importancia del hospital pudieron más y, a los seis meses desistieron.
Pensábamos que todo estaba resuelto, pero el siguiente problema fue por el espacio aéreo. Las autoridades de Aviación nos notificaron que se tenían que modificar los planos dada la cercanía del terreno con una pista de aterrizaje. Lo hicimos.
Después de librar todas esas batallas, decidimos que, para ganar tiempo, haríamos el hospital en dos etapas. Iniciamos la obra en septiembre de 2023 y el sábado pasado se puso en operación la primera: 31 camas, 20 sillones de quimioterapia, 30 máquinas de hemodiálisis, 2 quirófanos para hacer cirugía ambulatoria de cataratas, artroscopias de hombros, cirugías de mano, entre otras. Y algo importante: 40 consultorios de distintas especialidades, resonancia magnética de 1.5 teslas; tomógrafo, mastógrafo digital, 4 equipos de rayos X y más.
La segunda etapa ya está en marcha: 216 camas de hospitalización más, 8 quirófanos, acelerador lineal, sala de hemodinamia.
Cerca de Ensenada, en el Valle de Guadalupe, está un ejido: El Porvenir. Ese es el Rumbo del IMSS en el segundo piso de la cuarta transformación.