Cultura

Sue Mingus

Su gesto denota dulzura, pero también se advierte en ella un carácter férreo. Fue esposa de Charles Mingus, la última, que ha luchado para que el legado de uno de los indiscutibles genios del jazz no se disuelva en el olvido. Es ella quien un buen día al advertir que una tienda vendía discos piratas de su marido, con el argumento de que comerciaban con mercancía ilegal, se los llevó ante el inútil reclamo del propietario.

Sue Mingus fue copartícipe de la última travesía del Gargantúa del Jazz, como llamó algún crítico a Mingus. Le acompañó en la salud y en la enfermedad y, atenta a su voluntad, cuando murió llevó sus cenizas para que se mezclaran con el torrente del Río Ganges, en India. Desde su cuartel planea las actividades de la Mingus Big Band y la Mingus Orchestra. Contrata a los músicos, encarga arreglos, organiza giras y grabaciones.

Recientemente, junto con la violinista Regina Carter, el baterista Louis Hayes y el saxofonista Kenny Garret, fue nombrada Jazz Master por el Fondo Nacional para las Artes del gobierno estadunidense. A través de un comunicado, Sue Mingus declaró: “Me siento honrada por este tremendo reconocimiento que destaca mi devoción por mi marido Charles Mingus durante 50 años y mis esfuerzos en fomentar su legado como compositor, bajista virtuoso y activista por los derechos civiles. Ahora, en el año de su centenario, estoy emocionada porque la música de Mingus tiene mayor presencia que nunca. Las bandas bajo su nombre y el concierto Epitaph están de gira y nuestra organización sin fines de lucro Let My Children Hear Music produce el festival y concurso para preparatorias que lleva su nombre, así como partituras y otras herramientas educativas”.

Un gran reconocimiento a quien describió a su marido en estos términos: “Era un hombre de gran valor y honestidad, que en toda su carrera nunca comprometió su integridad ni un milímetro. Era un hombre con una gran pasión, lleno de música, espiritualidad, con un enorme sentido del humor y la ironía. Ciertamente era un hombre con un gran don y talento. Desafortunadamente tenía el color de piel equivocado en una sociedad blanca. Y toda su vida se enfrentó a eso de la mejor manera que pudo. Con frecuencia esto resultó muy difícil, pero hizo lo que tenía que hacer para presentar su música. Y eso involucraba todo: bondad, violencia, gritos, golpes, todo lo que tuviera que hacer para poder presentar su música, para ser aceptado en esta sociedad. Siento una gran admiración y orgullo por mi asociación con Charles, fui muy afortunada”.

Sue Mingus

Coda

Charles en México

En 1977 Charles Mingus se presentó en la Sala Nezahualcóyotl ante un auditorio eufórico y dos años después volvía a México enfermo para ser tratado por Pachita, una famosa curandera. “Cuando regresamos, mucha gente a la que conocimos recordaba ese concierto: el conductor de la ambulancia, el empleado del hotel que coleccionaba sus discos, alguien que estaba en la fila cuando fuimos a ver a la curandera”, recordó Sue Mingus.

Xavier Quirarte
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Xavier Quirarte
  • Xavier Quirarte
  • xavierquirartenuevo@gmail.com
  • Es autor de Ensayos de jazz y literatura (Editorial Doble A), es coautor de Por amor al sax y John Coltrane. Periodista especializado en jazz, rock y música contemporánea, sus textos han aparecido en los periódicos El Nacional, La Crónica y Milenio, y en revistas como Casa del Tiempo, Rock y Pop, Sólo Jazz & Blues, Círculo Mixup, La Mosca en la Pared, Cine Premier, Dos Filos, Sacbé y otras
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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