Cultura

Ella Fitzgerald, la gran biografía / I

En una entrevista realizada en 1958, la cantante Ella Fitzgerald declaraba: “No soy una chica glamurosa ni una bailarina. Sólo soy yo. Podría hacer la actuación con una única canción, todo lo de mover las manos y demás trucos… Pero yo no soy así”. El testimonio forma parte de la monumental biografía Ella (Libros del Kultrum, 2024), de Judith Tick, que da cuenta de la historia intensa de una cantante que, nos dice la autora, “abrazó la hibridez”. A lo largo de casi 60 años, con una calidad de voz original, “exploró sin miedo muchos estilos diferentes de la canción de Estados Unidos a través de la lente del jazz afroamericano. Trató el jazz como un proceso, sin confinarse a este lenguaje o a aquel género. Cambió la trayectoria del jazz vocal estadunidense del siglo”. 

Desde su primera actuación, en 1934, sabía cuál sería su destino. “Una vez allí arriba, sentí la aceptación y el amor del público; supe que quería cantar para la gente el resto de mi vida”, declaró años más tarde. Sus cualidades para adaptar cualquier tipo de canción a su estilo llamaron la atención desde el principio, pero no sólo eso. El periodista Billy Rowe señaló que para el público afroamericano “es símbolo de la raza, de la lucha de un pueblo en cuyo arte confluyen la alegría y la capacidad de conmover”. Judith Tick asegura que “tanto Billie Holiday como Ella Fitzgerald eran el epítome de la creciente libertad creativa e independencia con la que trabajaban”. Ella, agrega, “estaba fusionando el jazz y el pop en un nuevo estilo sin dejar de ser deudora de ambos”. 

Su encuentro con el productor Norman Granz fue crucial en su carrera, pues gracias a él, reportó la revista Metronome, triunfaba “en el circuito reservado a los grandes”, además de que discográficamente la llevó a crear obras maestras que iniciaron con Ella Fitzgerald Sings the Cole Porter Song Book. El propio compositor reconoció sus cualidades, pues de acuerdo con Granz, Porter le dijo que era uno de los álbumes “más hermosos que había escuchado nunca”. 

CODA
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Ella y Armstrong, una lección de amor

La cantante grabó con Louis Armstrong tres discos. El primero, Ella & Louis, captura sus voces en una conmovedora “mezcla de miel y mostaza”, de acuerdo con Judith Tick. Sobre la sesión, Ella declaró: “Louis Armstrong fue una lección de amor. Era un hombre al que todo el mundo quería, hiciera lo que hiciera. Simplemente tenía esa forma de ser y de amar”.


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Xavier Quirarte
  • Xavier Quirarte
  • xavierquirartenuevo@gmail.com
  • Es autor de Ensayos de jazz y literatura (Editorial Doble A), es coautor de Por amor al sax y John Coltrane. Periodista especializado en jazz, rock y música contemporánea, sus textos han aparecido en los periódicos El Nacional, La Crónica y Milenio, y en revistas como Casa del Tiempo, Rock y Pop, Sólo Jazz & Blues, Círculo Mixup, La Mosca en la Pared, Cine Premier, Dos Filos, Sacbé y otras
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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