Una ciudad metropolitana como la nuestra, con su dinámica diaria, requiere lugares destinados al esparcimiento y si de paso dichos espacios aportan al medio ambiente, mucho mejor.
Dicen que hay rescatar al Parque Fundidora, pero así de fácil no. No sin antes recibir cuentas claras de sus finanzas. Es un lugar de todos, aunque ya no reciba desde hace un par de años dinero del gobierno estatal; la vocación del parque está lejos de respetarse por quienes lo quieren convertir en negocio de unos cuantos.
No es creíble la quiebra que quieren hacer pasar como causa de su cierre anunciado la semana pasada.
Es cierto que sus instalaciones y la extensión de sus áreas verdes exigen una inversión millonaria para su sostenimiento, pero en insumos y pago a trabajadores difícilmente se van las ganancias obtenidas por el Consejo de Administración liderado por Artemio Garza Rodríguez.
Entra dinero por los menos de 6 festivales masivos importantes que se dan año con año; hasta hace un tiempo era un 10 por ciento de las ganancias totales del evento; según fuentes del Congreso estatal. Entra dinero por operación de los estacionamientos que hace dos años subieron de 50 a 100 pesos su costo durante los eventos. También hay ingresos por rentas y cobros a un hotel, un centro internacional de negocios, una arena, un auditorio y demás negocios.
Desde 2018, como organismo público descentralizado, Fundidora no recibe dinero del presupuesto estatal; la modificación se hizo bajo el argumento de hacerlo una entidad autosuficiente, pero dicho cambio parece haber representado el inicio de su propio mal, alejándose de su vocación, caracterizándose por la opacidad en sus cuentas y alejándose de lo que en un principio se concebía como un pulmón ecológico para todos.
Mañana en el Congreso de Nuevo León se deberán presentar los integrantes del Consejo de Administración del Parque Fundidora encabezados por Artemio Garza, con la idea de dar explicaciones de este “aviso de quiebra”. Si no hay un cambio de última hora, también solicitarán dinero para pagar sueldos y abrir parcialmente; se habla de 10 millones de pesos que servirían para gasto corriente.
Esperemos que sea un antes y un después de esa reunión, y recuperar el parque.
Es de todos.