El pasado jueves se inauguró la primera edición del Festival de Cine de la India en la embajada de ese país; se exhibirán cuatro películas que llegan de Bollywood, esa enorme industria cinematográfica que muestra diversas realidades de una nación que ve la existencia de una manera particular pero también guarda similitudes con México.
Esperaba una cinta de romance y bailes, como las que solemos imaginar, pero me sorprendió positivamente la elección que ZEE Mundo —canal de entretenimiento en español que ingresa al mercado mexicano con producciones indias de acción, romance, suspenso, drama y comedia— hizo para el primer día: se trata de Dangal: El Honor, una historia de la vida real que se ha convertido en una de las películas más taquilleras de Bollywood de todos los tiempos.
Es la historia biográfica de Mahavir Singh Phogat, un ex campeón de lucha libre decepcionado por no haber tenido un solo hijo al cual entrenar para ganar una medalla de oro. Cuando sus dos hijas mayores, Geeta y Babita, siendo niñas se pelean con unos chamacos y resultan triunfadoras, decide enseñarles el deporte.
A lo largo de más de dos horas y media, que se van como espuma, el director, Nitesh Tiwari, narra las estrategias que el padre crea con los recursos que tiene en un lugar como India, para hacer de ellas unas ganadoras a escala nacional hasta que llegan al paso lógico siguiente: ingresar a la academia de deportes de su país, con la intención de convertirse en campeonas mundiales.
Cuando la mayor, Geeta, comienza su educación oficial, se ve obligada a olvidar las enseñanzas de su padre para seguir las de su entrenador, un burócrata conformista, además de integrarse a un mundo tradicional femenino con el que no había tenido contacto: se deja crecer el cabello, se comienza a pintar las uñas, se interesa por los chicos y las películas de amor, dejando a un lado la disciplina, las técnicas aprendidas y el vínculo familiar, hasta que comienza a perder las competencias internacionales y comprende que debe volver a esas raíces que la llevaron a entregarse por completo a la lucha, con miras a triunfar en los Juegos de la Commonwealth de 2010.
En la historia hay diversos mensajes relacionados con el género. Rompe prejuicios: que las mujeres no son capaces de pelear como los hombres, que su único destino es casarse, que deben conformarse con poco, que no pueden ser referencia de triunfo ni convertirse en iconos de fuerza, tenacidad y valor en una sociedad machista. Productos como esta película son una gran plataforma para transmitir mensajes de género positivos.
El festival de cine seguirá los días 17, 25 y 30 de mayo en la embajada, ubicada en Musset 325, Polanco. También pueden suscribirse a ZEE Mundo, una suerte de Netflix de Bollywood, con más de 222 mil horas de contenido gratuito. La página es www.zeemundo.com.
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El Punto A: fuente de placer femenino
Ya saben que por letras no paramos: el interior genital de las mujeres es un mundo lleno de posibilidades. Seguramente lo que se ha descubierto y analizado es apenas un mínimo porcentaje de todo lo que hay por recorrer. Por sentir, sobre todo. Y también en su parte exterior, pues el clítoris siempre está dispuesto a ser estimulado de incontables maneras.
Uno de esos lugarcitos es el Punto A, vecino del G, hoy en día viejo conocido de las mujeres al ser estudiado desde los cuarenta. Hay varias técnicas para acceder a ellos, aunque recomiendo encomendarse a la curiosidad.
El Punto A, llamado científicamente AFE (Anterior Fornix Erotic Zone), fue descubierto por el médico malayo Chua Chee y está localizado a 7.5 centímetros de la entrada vaginal, cerca de la vejiga. Su estimulación genera una lubricación intensa aunque variable: puede derivar en la eyaculación femenina o generar un poco más de fluido (aunque la cantidad no está relacionada con el placer que se puede sentir).
Las vías para llegar a él contemplan la estimulación con las manos, siendo más sencillo que la pareja utilice sus dedos para encontrar esa área de gozo, que hacerlo una misma. También mediante la penetración, aunque no con todas las posturas. La cucharita lateral es ideal, haciendo hincapié en que deben moverse lentamente, apenas unos centímetros, para un lado y para el otro, hasta que encuentren ese acomodo que brinde mayor intensidad. Los juguetes sexuales enfocados en estimular el Punto G servirán muy bien para el Punto A, siguiendo la misma lógica: para llegar a ellos hay que buscarlos. Mover el vibrador con diferentes intensidades en toda la zona, al igual que los dedos, es la manera más sencilla, divertida y placentera.
En el mercado hay algunos juguetes que se introducen en la vagina durante la penetración, llegando de esta manera dual a rinconcitos inesperados que pueden llamar X, Y o Z pero, más allá de su apelativo, les brindarán grandes momentos de excitación y alegría. Se los recomiendo.
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