La gastronomía hidalguense es ampliamente apreciada, tanto en México como en el extranjero, gracias a su diversidad y riqueza. Esta cocina se destaca por una serie de platillos, algunos más reconocidos que otros, y lleva consigo los sabores auténticos del centro de México, donde la influencia y el legado de los pueblos originarios, como los otomíes y los nahuas, han contribuido a enriquecer esta tradición culinaria, haciéndola única y distintiva.
Uno de los platillos más icónicos del estado de Hidalgo es la barbacoa de borrego, acompañada de consomé o jugo de carne. La elaboración de este platillo se basa en una receta sofisticada cuyo origen se remonta en el tiempo. Aquí se destaca la mezcla de la cocina prehispánica con la novohispana. El sabor del borrego en la barbacoa se fusiona con el aroma de las pencas de maguey que envuelven la carne al enterrarla en un horno, permitiendo una cocción lenta que resulta en una carne suave y jugosa.
Por otro lado, los pastes son también un elemento popular en la cocina hidalguense, con un origen que se vincula a la presencia de mineros ingleses que se establecieron en el pueblo de Real del Monte en el siglo XIX. En estas tierras, la empanada inglesa fue reinterpretada y rellenada con diversos sabores locales, como los moles verdes elaborados a base de pepitas, hierbas y chiles, así como rellenos dulces de arroz con leche y mermeladas de frutas. Los pastes se disfrutan en cualquier momento del día, ya sea como desayuno, almuerzo o cena.
Tanto la barbacoa como los pastes han cruzado la frontera y han llegado a Estados Unidos de la mano de las y los migrantes hidalguenses, quienes, a pesar de las dificultades, han encontrado la manera de abrir negocios en sus destinos migratorios para salir adelante.
Los platillos mexicanos que se venden en Estados Unidos están cargados de recuerdos y nostalgia, lo que permite a la comunidad migrante reconectar con los sabores y tradiciones de su tierra natal. En Chicago, por ejemplo, restaurantes como El Borrego de Oro brindan a las personas la oportunidad de disfrutar de la auténtica barbacoa hidalguense en un establecimiento decorado con coloridos “tenangos”, donde el sabor que se encuentra en cada taco y consomé logra transportar a las y los consumidores, desde sus recuerdos, hasta el estado de Hidalgo.
Además, encontramos la cafetería El Golden Tuzo, especializada en pastes hidalguenses, situada al norte de Chicago. Este lugar singular destaca por su compromiso de mantener los pastes como el plato principal de su menú, ofreciendo una amplia variedad de sabores en sus empanadas como papa con carne, mole verde y mole rojo, así como opciones dulces con mermeladas de piña y guayaba, por mencionar solo algunos.
Si viajamos hacia el sur de los Estados Unidos, específicamente al estado de Texas, podemos mencionar que la comunidad hidalguense también tiene una presencia importante. En lugares como la Gran Plaza de Fort Worth, un gran centro comercial mexicano, podemos encontrar negocios como El Hidalguense, especializado en barbacoa de borrego, y El Minero, que ofrece pastes y una variedad de platillos a la carta. Es destacable que estos dos negocios lograron sobrevivir a la pandemia y siguen ofreciendo alimentos que evocan nostalgia para los paisanos.
A pesar de la competencia diversificada que enfrentan en el mercado estadunidense, los restaurantes hidalguenses han logrado prosperar y expandir con éxito sus negocios tanto en Texas como en Illinois. Recordemos que compiten con otros estilos de comida mexicana, como los restaurantes michoacanos, famosos por sus carnitas, y los restaurantes jaliscienses especializados en birria de chivo. También se enfrentan a las conocidas cadenas de comida rápida que se encuentran en todo Estados Unidos, ofreciendo un variado menú que incluye hamburguesas, pollo frito y platos de comida Tex-Mex
Ya sea en cafeterías, puestos ambulantes, pequeños locales, plazas comerciales, en remolques e incluso en negocios “clandestinos”, las y los migrantes hidalguenses han buscado maneras de salir adelante vendiendo sus productos y emprendiendo negocios que han conquistado el paladar de una población amplia, que no se limita únicamente a personas mexicanas, sino que incluye a personas de Latinoamérica y de Estados Unidos que también saben apreciar estos sabores. Su determinación y esfuerzo son testimonio de que, a pesar de las condiciones desafiantes que enfrentan como una comunidad de migrantes recientes, nunca es demasiado tarde para emprender negocios que promuevan el sabor y la tradición de sus lugares de origen.
Para finalizar, es fundamental continuar explorando estos negocios hidalguenses en el extranjero, ya que no ha sido fácil para ellos superar los desafíos en el mercado estadunidense, así como la pandemia y el periodo posterior a esta. Estos negocios representan un tesoro gastronómico que merece ser apreciado, reconocido y promovido.
Ámbar Itzel Paz Escalante
El Colegio de la Frontera Norte-Unidad Monterrey
*Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien escribe. Y no representa un posicionamiento de El Colegio de la Frontera Norte.