Hoy se estrena una de las miniseries que más he gozado, sufrido y admirado en mucho tiempo. Y entre tantos títulos taquilleros, poco se ha hablado de ella. Death by Lightning cuenta la historia de James Garfield, el presidente número 20 de Estados Unidos, y de su asesino, Charles Guiteau.
No, no es spoiler: así como en Hamilton, lo primero que sabemos es que esto iba a ocurrir. Es un hecho histórico, uno del que poco se sabe, quizá porque Garfield llevaba tres meses en la presidencia cuando las delirantes ambiciones de este hombre causaron la tragedia. Lo interesante de la serie, protagonizada por Michael Shannon (Garfield) y Matthew Macfadyen (Guiteau), es cómo y por qué ocurrieron las cosas como ocurrieron.
Platicando con Matthew hace unas semanas —un gran actor que triunfar tanto en Succession como en Deadpool—, le pregunté si los trágicos hechos se politizaban y se entendían entonces como los que siguen ocurriendo hoy con la violencia política.
“Yo creo que si hubiera ocurrido hoy, no sé, Guiteau no estaba bien psicológicamente y tenía todo tipo de problemas que ahora entenderíamos, pero entonces no lo hicieron. Así que sí, no sé, simplemente parece horriblemente plausible”.
Lo es, el personaje pensaba, en su locura, que Garfield le debía su presidencia. Y una de las cosas más dolorosas es que —en esta historia— la desesperación de un hombre por figurar cambió el rumbo de la historia.
Matthew lo consideró así: “La gente se pierde en los sistemas, tiene vidas difíciles y no se siente escuchada ni valorada. Creo que Charlie era así. Deseaba ser parte de algo, quería validación”.
La serie es un extraordinario relato de los giros inesperados que da la vida. Las actuaciones son supremas y hasta logran imprimirle un sentido del humor único a la narrativa. Quizá lo único que no me gusta es pensar que ponga el nombre antes olvidado del asesino en el mapa. Es lo que él deseaba.
Vean la serie y cuéntenme si creen que ese sacrificio valió la pena, con tal de tener esta historia a nuestro alcance por primera vez desde el siglo antepasado.
