Este es el primer año en la vida que vimos más series que cintas nominadas a los Globos de Oro. De la misma manera que nuestros hábitos de consumo de entretenimiento y cultura cambiaron por completo con esta pandemia (y las nuevas tecnologías), queda más que claro que hay otras cosas que tendrán que cambiar con ellas, porque no regresaremos a lo de antes, sino a un híbrido extraño que solo el futuro pondrá en su lugar.
También es más destacable que nunca que esa ridícula categoría que agrupa a musicales con comedia debe dejar de ser. Hamilton (Disney Plus), por ejemplo, no es una comedia lo veas por donde lo veas (aunque sí tiene grandes destellos de humor) pero The Prom (Netflix) sí entra perfectamente en el género de comedia musical. ¿Y ambas están compitiendo contra Borat? Wow. Ahora, independientemente del desprestigio que puedan cargar los Globos de Oro, algo queda muy claro: la comedia está siendo mucho más trascendente a nivel cultura popular mundial, que el drama. Y no porque no haya grandes cintas nominadas en esa categoría.
De hecho, hay cintas en esa categoría que pueden y deben ver si tienen servicios de streaming: Casos concretos, Mank y El juicio de los 7 de Chicago (Netflix). También está la extraordinaria Nomadland, que se debía haber estrenado en las pantallas de todo México en diciembre pero, bueno. En cuanto puedan, por favor vean a Frances McDormand dominar la pantalla. Y sí, claro que es destacable la dominancia de Netflix, la diversidad y la presencia de mujeres en la dirección, pero ese solo es el principio de esta nueva era en la siempre controversial temporada de premios.
Twitter: @susana.moscatel