Un completo desconocido al fin está en las pantallas grandes de México y voy a pedirles un favor: véanla y sobre todo escúchenla en el cine
Es verdad, Thimothée Chalamet es la gran estrella joven de Hollywood, pero si con Dune y esta cinta no tienen suficiente para entender el rango, la intensidad y el talento que han hecho de este título un deleite, no me puedo imaginar quién podría merecerlo más en el mundo del cine y la música. Eso y ¡mil felicidades a las nuevas generaciones! Al fin tendrán un camino directo, honesto y excepcional para conocer y sin duda enamorarse del artista que es Bob Dylan.
Y para quienes ya éramos eternos seguidores del poeta que no quiso ir a recoger su premio Nobel, quizá esta historia —porque no es un biopic— nos dé un poquito más de claridad sobre la enormidad de este musico, mucho más allá que por lo que es recordado masivamente.
Dylan Goes Electric es el libro que inspiró la cinta de James Mangold y para no hacer spoilers me limito a decirles que los aplausos, que encontrar un nicho o incluso ser parte de un movimiento que está cambiando al mundo, no tienen que ser las únicas motivaciones de los grandes artistas. Y así como Dylan, Chalamet se aventó no solo cantando y convirtiéndose en él, sino encontrando su propia voz musical en el proceso, una voz de la que ya empezó a darnos muestras en espacios como Saturday Night Live el sábado pasado.
Así que en serio, sean o no fans de Bob o de Timothée, háganse el favor de ver esto en la pantalla grande y salgan de ahí para renovar, para bien, su playlist para siempre.