¿Ustedes también escuchan “Saved my Heart From Darth Vader” en lugar de “Saved my Heart Of The Fate of…” (Ophelia) en el nuevo sencillo de Taylor Swift? Yo tampoco pensaba que Travis nos estaba salvando del villano de Star Wars hasta que vi el comentario en un video en Instagram. Luego a 10 más. Ahora ya no puedo escuchar el original.
Y sí: soy esa señora de los mini videos que no oyó al policía que la quería detener —o al motor descompuesto— porque iba a todo volumen gritando Golden de K-Pop Demon Hunter mientras las escuchaba en el auto.
También pensé —igual que miles— que Dorothy (spoiler de Wicked: For Good) debe haber estado confundidísima al oír a la bruja “buena” cantar un dueto de amor con la “mala”, mientras ella seguía atrapada en la guarida de la segunda, temiendo por su vida y sin entender nada. Por cierto: no puedo con que el “sex cardigan” de Elphaba se recreó y agotó en línea.
Cada algoritmo es un mundo, pero hay cosas que lo rebasan todo y se vuelven cultura pop general. No sé si ya vieron el video de esas podcasters gringas diciendo que el número de emergencia 911 se llama así para que nadie olvide el 11 de septiembre. Si no, busquen las reacciones de generaciones mayores. Delirante.
Lo curioso es que este tipo de momentos llegan a millones más que la mayoría de las series o películas exitosas. Esta semana, en México, fueron los devastados clientes de Starbucks que no consiguieron su “vaso de oso” viral. Da miedo: pasó hace semanas en Estados Unidos. Es como si hiciéramos fila para nuestro turno en el drama.
Y otro día hablamos de la taqueria de Dua Lipa —adorada— pero ¿tacos de caramelo que más bien eran barbacoa con queso ? ¿En serio?