La elección del 2 de junio fue un plebiscito sobre el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y la democracia que ejecuta su partido, el cual enfrenta serios problemas en lo que se refiere a su gobernabilidad, así como su confiabilidad y credibilidad, entre otras.
Hoy en día, encara dilemas serios sobre la inseguridad y la salud, lo que determina para algunos crisis y representación negativa, que implica inconformidad y rompecabezas.
Considerar una democracia fallida en esa contingencia, permite saber qué aspectos de la democracia son vitales y cuáles triviales; por esta razón, la incertidumbre genera la polémica en la democracia y en sus valores. Asimismo, hoy otras amenazas no dejan que operen los sistemas democráticos en México, mientras la transformación ha sido el renacimiento de la democracia.
Al respecto, cabe recordar que la oposición con su calificación tradicional siembra la incertidumbre en la ciudadanía respecto a los resultados, no solamente en la legitimidad, sino también por la legalidad que pretenden diseminar un conflicto innecesario, si no han podido comprobar con evidencias durante las campañas y han reconocido su derrota, lo que da a entender que únicamente quieren protestar para negociar con el nuevo gobierno. Por esta razón, han dejado a Xóchitl Gálvez sola e indefensa, lo que le obliga a generar un nuevo partido por medio de los ciudadanos que le han apostado como el caso de la marea rosa.
Por ello, deben entender los partidos derrotados como el PRI, PAN, PRD, MC al igual que el oficial y sus aliados PVEM, PT o los partidos locales Nueva Alianza que la participación ciudadana fue la única ganadora, que promovió e hizo que la democracia ganara, darle el valor que merece el sistema democrático que aún no ha fracasado como pretenden vender la idea los partidos políticos, su esperanza y el voto que le han dado de confianza y una segunda oportunidad a AMLO a través del voto a Claudia para hacer un gobierno más moderado, conciliador, que pueda negociar y llegar a acuerdos con todos los grupos políticos mexicanos para legitimar su gobierno.