Conocí al maestro Baldemar Abril hace algunos años. Coincidimos en algún evento académico -si bien recuerdo- y luego cuando fui directora de Educación en Tlaquepaque. Baldemar, como lo llaman sus amigos, forma parte de una generación de maestros que llevan más de cincuenta años trabajando por los derechos del profesorado, por la educación pública y por las niñas, niños y adolescentes de Jalisco.
A lo largo de estos cincuenta años, el maestro Baldemar ha recorrido el estado para fundar secundarias, abrir centros de capacitación para maestros, impulsar posgrados, abrir sedes para maestrías, reconocer a otros maestros. Es conocido por casi todo el magisterio. Es, en efecto, una figura pública y en donde sea que lo vean, lo detienen para agradecerle algún trabajo o ayuda brindada.
Su visión de un magisterio que pudiera concursar por mejores plazas y estuviera en constante formación, se ha convertido en eje estratégico en su posición como funcionario público de la Secretaría de Educación del Estado. A la par de su trabajo en el Estado, Baldemar Abril ha seguido siendo congruente en su interés de ayudar a todas las personas que se cruzan en su vida, a través de una asociación civil llamada el Colegio de Profesionistas de la Educación.
El Colegio es realmente su razón de ser. Lo fundó hace 15 años y sigue colaborando de manera activa como presidente honorífico. Desde el Colegio ha reconocido a muchos, muchísimos profesores; ha ayudado a más de cinco mil personas a obtener un certificado de estudios de educación básica; ha creado y desarrollo programas académicos para la obtención del certificado de bachillerato, entre muchas otras actividades sociales y educativas.
Pero sobre todo este trabajo, Baldemar nunca ha perdido su sencillez y su interés por ayudar a todos, especialmente a aquellos que pierden lo que tenían y se quedan sin nada de la noche a la mañana. Quizá por eso es muy querido por amigos y colaboradores cercanos, por maestros de su generación y de otras generaciones. Recientemente recibió un reconocimiento por su trayectoria y el año pasado, su trabajo también fue reconocido en la ciudad de Monterrey, en el estado de Nuevo León, lugar en donde se replicarán los programas académicos que han sido exitosos en Jalisco.
Sí, el maestro Baldemar Abril Enríquez se ha ganado a pulso ser considerado un pilar de la educación en Jalisco.