Pocos personajes en la historia han logrado la inmortalidad comercial de Santa Claus. Su figura, omnipresente en la Navidad moderna, no siempre fue como la conocemos hoy.
De hecho, antes del siglo XX, Santa era representado de muchas formas. Fue Coca-Cola la que, en la década de 1930, transformó esta imagen en el icónico hombre barbudo, sonriente y vestido de rojo que conocemos hoy.
En 1931, Coca-Cola encargó al ilustrador Haddon Sundblom una campaña navideña que conectara con sus consumidores. Sundblom diseñó un Santa cálido, jovial y accesible, inspirado en los colores corporativos de la marca: rojo y blanco.
Este Santa no solo simbolizaba la alegría y generosidad de la Navidad, sino que además reforzaba la asociación emocional con Coca-Cola como parte de las celebraciones familiares.
El resultado fue espectacular: Santa Claus se convirtió en un símbolo global no solo de la Navidad, sino también de la marca Coca-Cola.
Con ello, la empresa no solo consolidó su presencia en el mercado, sino que también se posicionó como un símbolo de felicidad y tradición.
El caso de Coca-Cola y Santa Claus nos deja una enseñanza clave: un rebranding bien pensado puede cambiar el destino de una marca.
Hoy, cualquier empresa, sin importar su tamaño, puede aplicar
estrategias similares para revitalizar su imagen y conectar mejor con sus audiencias. Aquí algunos consejos:
Identifica elementos universales en tu industria: Coca-Cola supo aprovechar la figura cultural de Santa Claus, adaptándola a sus valores. ¿Qué elementos culturales o emocionales puedes vincular a tu negocio? Tal vez es una tradición local, un personaje histórico o incluso una emoción universal como la confianza o la esperanza.
Conecta con emociones profundas: Más que vender refrescos, Coca-Cola promovió felicidad y unión. Pregúntate qué emociones deseas despertar en tus clientes. La gente no solo compra productos, compra experiencias y sensaciones.
Moderniza lo tradicional: Si bien Santa ya existía como símbolo, Coca-Cola lo adaptó a los nuevos tiempos. Revisa los valores o símbolos de tu marca que podrían ser actualizados para resonar mejor con las nuevas generaciones.
Sé coherente y persistente: La figura de Santa Claus no se consolidó en un año, sino gracias a una campaña sostenida a lo largo de décadas. La consistencia es clave para que tu marca se asocie con los valores que deseas transmitir.
Apunta a la nostalgia y la aspiración: Coca-Cola convirtió a Santa Claus en un recordatorio de las cosas simples y felices de la vida. Busca formas de apelar a la nostalgia o a los deseos más profundos de tus consumidores.
Coca-Cola no solo vendió un refresco; vendió una historia, una emoción y un símbolo que ha perdurado por generaciones. Hoy, cualquier empresario puede aprender de este ejemplo.
Un rebranding no significa solo cambiar un logo o un eslogan, sino conectar profundamente con los valores y aspiraciones de tu audiencia.
Entonces, ¿qué puede hacer tu marca para convertirse en inolvidable? Tal vez la respuesta está en redescubrir lo que ya tienes y transformarlo en un ícono que resuene más allá de tu mercado.
Como Santa Claus, tu marca también puede convertirse en un símbolo universal.