Cuando vamos de prisa, una práctica ya común en estos días, y buscamos algo en internet, ya sea para investigar, resolver, aprender o comprar, es frustrante ser interrumpidos por la solicitud de aceptar cookies justo cuando estamos a punto de encontrar lo que necesitamos en un sitio web.
En la práctica, la mayoría de nosotros no nos detenemos a leer los detalles de lo que estamos aceptando; simplemente hacemos clic en ese botón que dice “aceptar todo” para seguir adelante con nuestra búsqueda.
¿Qué son y para qué sirven las cookies?
Las cookies son pequeños archivos de texto que los sitios web guardan en tu dispositivo o computadora. Su propósito es gestionar sesiones, personalizar interfaces y rastrear comportamientos e intereses para mejorar la experiencia del visitante.
Imagina que cada vez que visitas una tienda física por primera vez, el tendero te da una tarjeta con un número único. La próxima vez que regreses, le muestras tu tarjeta, y el tendero recuerda exactamente lo que te gustó la última vez, qué compraste y tus preferencias.
Esto hace que tu experiencia de compra sea más personal y rápida porque el tendero sabe exactamente lo que necesitas. En esta metáfora, la tarjeta representa una cookie que se guarda en tu dispositivo o computadora.
¿Son buenas, malas o necesarias las cookies?
Privacidad y seguridad: Las cookies son esenciales para funcionalidades básicas del sitio web, como mantener la sesión iniciada. Las leyes de protección de datos aseguran que solo se recolecte la información necesaria y que se maneje de forma segura.
Transparencia y libertad: Las políticas de privacidad del sitio deben ser claras y accesibles, explicando el uso de las cookies y los datos recogidos. Además, los usuarios siempre tienen la libertad de eliminar las cookies y no deberían sentirse obligados a aceptarlas.
Publicidad dirigida: Las cookies personalizan la información que muestran los anunciantes según los intereses demostrados durante la visita del usuario. Esto colabora para excluir de futuras visitas los anuncios o contenidos que sean irrelevantes para el usuario.
Funcionalidad y personalización: Las cookies son cruciales para personalizar el contenido, diseño, concepto y estilo del sitio web a las preferencias del usuario, haciendo que la navegación sea no solo más eficiente sino también más agradable visualmente.
Si te da desconfianza aceptar las cookies de un sitio web, te invito a que primero analices por qué estás visitando ese sitio. En realidad, la confianza debería basarse en la empresa, marca u origen del sitio web.
Si se trata del portal de tu banco, escuela, institución gubernamental o una marca que ya conoces bien, probablemente aceptes las cookies sin pensarlo.
Como todos los elementos que conforman el internet, la existencia de las cookies está fundamentada en su uso responsable y en beneficio del usuario.
Sin embargo, si algo no te convence, siempre puedes eliminar las cookies fácilmente desde tu navegador, accediendo a “herramientas” y luego a “borrar datos de navegación”. Recuerda: confía primero en el sitio web o en la fuente (perfil o publicidad en redes sociales) que te llevó a ese sitio; así, aceptar las cookies será lo de menos.
