Política

AEUMC & USMCA, importancia de prelación

  • Fuente Ovejuna
  • AEUMC & USMCA, importancia de prelación
  • Salvador Cosío Gaona

En política se dice que “la forma es fondo”, frase que se le atribuye al ideólogo Jesús Reyes Heroles, significa que los modos, gestos, actitudes, comportamientos y palabras, es materia o substancia que puede influir en decisiones trascendentales. Lo anterior viene a colación a propósito del acomodo de las siglas para bautizar al nuevo Tratado Trilateral que alcanzaron el pasado domingo los gobiernos de Estados Unidos y Canadá y que se suma al ya logrado en agosto pasado con México para integrar lo que el presidente Donald Trump, ha nombrado como USMCA (United States-Mexico-Canada Agreement) o en español, AEUMC (Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá). La forma es fondo, y la preeminencia del país vecino del norte en el nombre del Tratado, nos da luz ante la oscuridad durante 14 meses de negociaciones, de quién es el mayor favorecido con este pacto que suplantará al TLCAN.

Durante su campaña electoral, el entonces candidato a presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dedicó comentarios negativos al TLCAN, aduciendo que se trataba de un acuerdo desventajoso para la mal dicha Unión Americana y amagaba con anularlo. Una vez en el poder se procedió a la renegociación del acuerdo y en agosto pasado los gobiernos de México y su vecino del norte lograron coincidir en sus posicionamientos y anunciaron que estaban en condiciones de firmar un nuevo pacto. Tras muchos dimes y diretes, la presión de la Casa Blanca, y el miedo a que su presidente hiciera lo que quisiera, provocó que el Gobierno mexicano cediera ante las presiones y, con los dedos en la puerta, aceptó un tratado bilateral en inicio, del cual lo que sabemos hasta ahora, muy sesgadamente, es que hubo una entrega casi absoluta en favor de Estados Unidos en el tema de la industria automotriz y en otros tópicos.

En aquel momento se festinó mucho, no obstante que solo eran dos países, y cuando todo apuntaba a que Canadá no se integraría, de última hora, casi a punto de ingresarlo el presidente Trump en su congreso y el mexicano al nuestro, surgió un entendimiento y Canadá está dentro para concretar el Acuerdo trilateral que ahora se llamará USMCA, por decisión de Trump. Lo que sí es quizá hasta motivo de risa y broma es que le hayan cambiado el nombre, como si hacerlo fuese a modificar el sentido de un acuerdo fundamental para los tres países. Solo faltó que lo llamaran “ACME” como las herramientas de las caricaturas del Coyote y el Correcaminos, con siglas prácticamente impronunciables a diferencia del TLCAN en español o el NAFTA en inglés. Cuestionable es de la misma forma, la preeminencia de Estados Unidos en las siglas lo cual es una cuestión “de forma”, en el sentido de que no hay una paridad, es América del Norte, son tres naciones que la componen y es un acuerdo trilateral de pares y pareciera que es un acuerdo de dos impares con el par mayor, entonces desde ahí creo que es criticable, pero lo reprochable es que haya oscuridad en cuanto a su contenido y lo preocupante es que quizá se hayan aceptado cosas que no debían, por la prisa de que se firme todavía bajo la égida del mal afamado presidente Enrique Peña Nieto y que Andrés Manuel López Obrador no cargue la culpa de un mal trato o de una mala negociación cuando asuma como presidente el 1 de diciembre. Habrá que revisar las letras pequeñas, las medianas y las grandes porque no sabemos mucho, y podría estar en riesgo la estabilidad económica del país.

El hecho de que se nos menosprecie desde el simple nombre no está bien. México sigue siendo el menor de las economías de Norteamérica y ello nos coloca como un banquito, y seguramente es como nos ven desde fuera.

Quien mayor ganancia política obtendrá de este acuerdo es Trump, porque llegará a la elección intermedia de su país con una presencia imponente de que es el triunfador y que sí puede amagar y todo le sale bien. Lo de Trump es un fenómeno raro, mucha gente pensaba que no sería un gobierno que duraría y no solo va a permanecer sino que puede ganar las intermedias y reelegirse.

La última palabra la tendrá el Congreso de Estados Unidos, que será el ojo fiscalizador para decidir si valida o no lo negociado por el gobierno de la Casa Blanca. Trump ya expresó su desconfianza, sabe que las intermedias están en el centro de este embrollo y no será fácil que le palomeen su renegociación y los acuerdos con México y Canadá. Como buen empresario, está vendiendo su producto como “El Acuerdo más importante de la historia estadunidense”. Lo importante será conocer si los congresistas le compran su dicho o si deciden que no es lo esperado y le rechazan su proyecto. ¡Ya veremos! .

@salvadocosio1



opinion.salcosga@hotmail.com





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