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El viejo estadio Corona

  • El balón blanco y negro
  • El viejo estadio Corona
  • Rubén Matturano

Me gustaría hacer una remembranza del equipo Santos de la Laguna y de su viejo estadio, pero antes quisiera dar las gracias a toda esta gente que siempre nos apoyó, cuando éramos un equipo no chico, sino con carencias económicas, pero la directiva le echaba muchas ganas, le doy las gracias por haberme dado la oportunidad de pertenecer a este equipo, y a La Comarca de haberme enseñado a valorar los esfuerzos que todos hacen en una zona difícil pero que han vencido a la adversidad, yo venía de una zona de confort en lo que a equipos se refiere, Cruz Azul, Atlante, Toluca, UdeG, y llegué a un club con muchas dificultades, fue cuando me di cuenta de lo que es luchar contra la adversidad.

En Santos tuvimos unos jugadores ejemplares y mejores personas, me viene a la mente jugadores como Pedro Muñoz, Julio Armendariz, Choque Galindo, Guadalupe Rubio, Lozoya, Curita Gómez, los hondureños Juan Flores y Dolmo Flores y otros que se hicieron ahí como Ramón Ramírez, Camacán Simental y otros tantos excelentes jugadores, tuve la oportunidad de traer a jugadores como el Callo Díaz, como Felipe Amezcua, como el Topoyo Orozco, como el Snoopy Suárez y otros muchos más.

Me gustaría darle las gracias a los directivos que tuvieron la idea de traer a la Laguna a un equipo, Salvador Necochea y Luis Necochea, José Muguerza, don Paco Dávila, Nicho Fernández, (del equipo de Tecos) y el que donó el estadio Corona, don Juan Abuzaid, entre otros, y que ahora es un equipo poderoso con campeonatos y una estructura deportiva que es un ejemplo, comandados por el señor Alejandro Iraragorri, gracias a todos por querer como quieren al Santos. También me gustaría hacer un recordatorio de cómo surgió el mote de los Guerreros y de La Casa del Dolor Ajeno.

Una tarde un gran periodista, el licenciado Ruelas, de El Siglo de Torreón, me invitó a tomar un café y platicando él sacó el nombre de “Guerreros” porque le dije que íbamos a pelear cada centímetro de la cancha y así nació este sobrenombre, en esta misma charla le dije que todo equipo que pisara nuestro estadio le costaría mucho trabajo el tratar de ganarnos y así nació el nombre de La Casa del Dolor Ajeno, se tendrían que ir a su casa como perdedores y eso íbamos a tratar de hacer, con buen futbol, no con violencia, pero sí con el espíritu de los Guerreros de la Laguna, nunca encaminados a golpear y a ser violentos, y ofrezco disculpas si se pensó que este apodo iba a causar problemas, éramos un equipo en todos los aspectos muy unidos, a mí me proporcionaron una camioneta muy viejita roja pero nos servía al señor encargado de la ropa y utilero para llevar la ropa a lavar e ir por el gas y cargar toda la utilería, cuando entrenábamos en la Conasupo, en una cancha espantosa, no teníamos cancha para entrenar, pero los jugadores lo entendieron, ellos venían por una revancha futbolística algunos y otros por una oportunidad, había un gran trabajo que hicieron en las fuerzas básicas, la Banana Ortiz, Carlos García y otros entrenadores que tenían buen ojo con los jugadores y la mayoría eran laguneros. Escribo todo esto por recordar mi paso en La Laguna, muchas gracias a toda la gente de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo por enseñarme lo que es la lucha, la solidaridad y la entrega a sus colores, y también quiero hacer énfasis en el gran trabajo administrativo que hacía el arquitecto Gustavo de Villa y sus asistentes, me gustaba platicar con él, veía muy bien el futbol y me enriquecían sus puntos de vista, mucha suerte al santos y ojalá liguen otro campeonato.

Hasta pronto.

Twitter: @Profematturano

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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