Los números detrás de Saúl Canelo Álvarez muestran a un peleador que puede imponerse de distintas maneras: nocauts tempraneros, castigos prolongados o tarjetas amplias.
El panorama en breve
• Dominio sostenido: 63 victorias en 67 peleas (94% de efectividad).
• Cierre paciente: El round 12 es donde más combates ha terminado, prueba de su capacidad para desgastar rivales.
• La brecha en las tarjetas: Desde los 112 puntos que sumó frente a Mayweather hasta el 120–108 con que barrió a Chávez Jr.
• Peligro temprano: Registra knockdowns en 22.4 por ciento de sus peleas, la mayoría en los asaltos iniciales.
1) Un récord que habla de versatilidad

Antes que nada, contundencia: con 63 victorias en 67 peleas, Canelo presume un 94 por ciento de efectividad. De ellas, seis de cada diez terminaron por la vía del nocaut. Un campeón que sabe ganar de muchas formas.
Su récord combina poder y control: puede definir con un solo golpe o manejar los 12 rounds con autoridad. Esa dualidad lo vuelve un campeón casi imposible de descifrar.
2) La paciencia como arma

El reloj juega a su favor: los rivales suelen caer en los asaltos finales, sobre todo en el round 12. Canelo desgasta, presiona y remata cuando el cansancio hace el resto.
Este patrón revela un estilo acumulativo: golpes al cuerpo, presión constante y ritmo controlado. Más que un golpe de suerte, es una estrategia de demolición progresiva.
3) Lo que dicen las tarjetas

De la lección de Mayweather al paseo frente a Chávez Jr.: las tarjetas cuentan su historia. Entre 112 puntos y un 120–108 perfecto, los jueces han visto la mejor y la peor versión del tapatío.
Cuando enfrenta defensivas de élite, su dominio se reduce; ante rivales con menos recursos, se amplía hasta la paliza absoluta. Su carrera refleja ambos extremos.
4) Knockdowns: amenaza temprana, control tardío

La amenaza llega temprano: en más de una quinta parte de sus peleas, Canelo ha derribado rivales, sobre todo en los primeros asaltos. Desde el inicio, cada descuido puede ser letal.
Aunque muchas veces cierra en los últimos rounds, los primeros minutos son una zona de alto riesgo: su precisión y poder obligan a la máxima concentración desde la campana inicial.
Lo que significa hacia adelante
• Para los rivales: Superar los primeros tres asaltos es clave; después llega la guerra de desgaste al cuerpo.
• Para los apostadores: Decisión contra boxeadores defensivos y resistentes; nocaut tardío frente a quienes se desfondan.
• Para su curva de edad: Un estilo que combina potencia y control suele envejecer mejor que depender únicamente del nocaut rápido.
FCM