Esta semana vimos los estragos de las tormentas tropicales Raymond, Jerry y Priscila en 23 municipios de Puebla, sobre todo los de la Sierra Norte. Vídeos, fotografías, audios y crónicas nos dieron una idea de la magnitud de las afectaciones.
En medio de las casas derrumbadas y albergues nos encontramos la figura de los niños y las niñas, percibiendo la intensidad de la tormenta, una que no olvidarán.
Primero supimos del traslado aéreo que se realizó de una recién nacida en estado grave y con Síndrome de Guillain-Barré del Hospital Villa Ávila Camacho del IMSS, en La Ceiba, Xicotepec a un hospital de Tlaxcala, donde pese a recibir toda la atención murió debido a un paro cardiorrespiratorio.
Qué decir de los niños que quedaron atrapados en sus viviendas como Liam Tadeo González Lechuga, de 6 años, de quien aún no se sabe nada, pero su hermano mayor relata que se quedó en su casa con su abuela cuando sucedió el deslave.
Por otra parte están los adolescentes que fueron arrastrados por la corriente del río San Marcos, como Rey Hernández Carballo de 17 años, de Xicotepec, quien intentó ir por comida y al cruzar con su hermano mayor el río, desapareció. Luego de una búsqueda, este miércoles fue encontrado sin vida.
Las familias de estos niños y adolescentes tendrán que enfrentar el reto de sobrevivir sin ellos.
Es cierto que la naturaleza es impredecible pero cada que hay una tormenta sucede lo mismo, porque las casas siguen siendo endebles y solo tienen piso digno, porque no hay puentes seguros, porque ni Atlas de Riesgos actualizados se tienen en los municipios.
Todos los niños y niñas que hoy duermen en albergues saben que la tormenta interrumpió sus rutinas, se llevó sus juguetes, no les dejó colores para pintar y sus padres no los escuchan o juegan con ellos como antes, porque están preocupados por ir a limpiar su colonia y cuidar lo poco que les quedó. Por esto, si pueden: manden apoyos a los damnificados. Y allá cuiden y escuchen las emociones de los niños.
Finalmente, felicidades a la mujer originaria de La Ceiba, quien resistió hasta estar segura en un albergue de Xicotepec, y de allí fue trasladada al Hospital Integral IMSS-Bienestar de Xicotepec de Juárez, donde nació su hija.