Política

¿Por dónde comenzamos?

En este país, cuando caminas por la calle debes tú cederle el paso a Su Majestad el Coche. Así de sencillo. No es sólo un asunto de mera supervivencia. No. Se trata de un pacto. Un arreglo acordado implícitamente entre el peatón, a partir de su incontestable situación de inferioridad, y ese automovilista que, faltaría más, no tiene por qué detenerse cuando un simple mortal va cruzando la avenida. La desigualdad de los mexicanos no hay que irla a buscar a los barrios bajos: está ahí, presente en todas las esquinas del territorio nacional.

Nos preguntamos, muchas veces, por qué no funciona nuestro aparato de justicia y por qué hay tanta marginación en México. Pues, parte de la respuesta está ahí, en el comportamiento de tantísimos (malos) ciudadanos que no han aprendido siquiera a respetar al prójimo. Y así, en estos pagos, los individuos de la especie, por el solo hecho de ir al volante de un automóvil, se sienten con mayores derechos al punto de que, para ellos, sus congéneres no merecen casi atribuciones si es que no conducen también un vehículo.

Estamos hablando, luego entonces, de un comportamiento que refleja directísimamente la naturaleza desconsiderada y esencialmente abusiva de nuestra sociedad: el otro no existe a menos que se imponga, él también, exhibiendo, por lo pronto, el poder de conducir una máquina. Y eso, en espera de que muestre mayores signos de dominio.

Si somos tan fundamentalmente irrespetuosos, por no decir despreciativos, ¿cómo es que vamos a construir una sociedad de iguales? ¿No deberíamos comenzar por reconocer que esos seres que vislumbramos en las esquinas tienen también una condición de humanos —es decir, de semejantes— a pesar de que andan a pie? ¿Qué suerte de cultura nacional es ésa que privilegia a unos conductores que no ralentizan siquiera cuando los peatones cruzan la calle?

Estas presuntas nimiedades, por lo visto, nunca nos quitaron el sueño. Eso sí, cuando nos despertamos, resultó que nos espantó grandemente la barbarie que estamos viviendo. Ah...

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Román Revueltas Retes
  • Román Revueltas Retes
  • revueltas@mac.com
  • Violinista, director de orquesta y escribidor a sueldo. Liberal militante y fanático defensor de la soberanía del individuo. / Escribe martes, jueves y sábado su columna "Política irremediable" y los domingos su columna "Deporte al portador"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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