El debate chilango de ayer por la noche dio pruebas de que la competencia electoral en la capital no está resuelta. Las candidaturas punteras arrojaron todo lo que tenían a la mano para desprestigiar al adversario y el tercero en discordia aprovechó para colocarse por encima del batidillo.
No hubo un momento de respiro. No hubo valles, solo subir la montaña.
Las destrezas para atacar o defenderse a partir de los temas seleccionados volvieron a mostrar tal cual son cada una de las opciones.
Santiago Taboada intentó comparar la reciente crisis de agua con la tragedia de la Línea 12 del metro. Si bien ambos expedientes son distintos, con ello pudo colar el argumento de una administración incapaz de dedicar recursos y respuesta a los malos servicios.
Clara Brugada reviró acusando al cártel inmobiliario de haberse quedado con el líquido del resto de la ciudad y también reclamó a su adversario por haber querido sacar tajada política de las desgracias.
Cuando aseguró que Taboada quería privatizar el agua, el ex alcalde de Benito Juárez le recordó que la verdadera privatización es la que hacen las pipas cuando venden el agua en las colonias de Iztapalapa.
Salomón Chertorivski fue el más articulado a la hora de proponer soluciones: captación, reutilización, inversión, atención a las fugas y cambio de cultura. Las otras candidaturas retomaron los mismos temas porque hay consenso sobre el diagnóstico y el remedio. La pregunta obvia es por qué la ciudad se ha tardado tanto en atender este problema.
Donde las propuestas se bifurcaron fue en las cuestiones de trasparencia y combate a la corrupción. De nuevo Chertorivski fue el más puntual: profesionalizar el servicio público, echar a andar el sistema anticorrupción y ejercer con transparencia los recursos. Taboada hizo referencia a los dos últimos temas y prometió dignificar a las personas trabajadoras del gobierno. Añadió como promesa una reforma profunda a la fiscalía general de justicia.
Aquí Clara Brugada se mantuvo fiel al discurso de Morena: seleccionar gente honesta, combatir a los corruptos y erradicar la extorsión. Sin embargo, su estrategia en este tema se centró en demostrar que Taboada era un hombre muy deshonesto.
Zoom: con todo, el debate de la ciudad de México tuvo más nivel que el ofrecido por las candidaturas presidenciales. Por los argumentos y el tono empleado se nota que en este caso la competencia está reñida.