“No me va a volver a pasar”, externó el presidente Andrés Manuel López Obrador durante la reunión que sostuvo el viernes 28 de abril en Palacio Nacional con las y los senadores de su coalición gobernante y las cuatro personas aspirantes a la candidatura presidencial de Morena para 2024.
Ante la concurrencia aceptó como un error que, cuando dejó el liderazgo del Partido de la Revolución Democrática (PRD), en abril de 1999, no se haya preocupado por las divisiones que vinieron detrás suyo.
Quienes asistieron a este encuentro sabían que se estaba refiriendo a la pugna entre tribus que desgarró irreparablemente al Sol Azteca.
Siguiendo la misma hebra, López Obrador fue preciso respecto al papel que se imagina para sí mismo de cara a la sucesión. Aseguró que hará todo lo necesario para que el proceso no afecte a la unidad de su partido.
El mensaje caló bien entre quienes tenían, justificadamente, la convicción de que el mandatario había decidido apoyar una candidatura específica, la de Claudia Sheinbaum. Hoy son propósitos irreconciliables que el Presidente sea garante de la unidad y a la vez que apoye las aspiraciones de una sola opción.
Quienes percibieron con mejor ánimo este mensaje fueron Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal y las personas legisladoras que les apoyan en la contienda hacia 2024. En ese flanco de la Cuarta Transformación, antes del viernes nadie estaba tranquilo —para decirlo en términos de Monreal— con “la legitimidad del proceso de selección de la candidatura”.
Lo dicho esta vez por el Presidente habría modificado tal percepción. Es en este contexto que habrían de entenderse los dos mensajes que Ebrard lanzó durante los días posteriores.
Primero, respecto de la urgencia para que renuncien quienes ostentan cargos públicos, ya que éstos vienen sirviendo para extraer de manera asimétrica recursos públicos a favor de las campañas. Y segundo, consecuentemente, la renuncia de Martha Delgado a la cancillería para coordinar la campaña a favor de su jefe.
Zoom: ¿No sería posible que, así como López Obrador se comprometió con la unidad de su partido, hiciera igual con la unidad del país? Siguiendo la misma regla para una y otra tarea: no inclinarse a favor de las opciones y asegurar el suelo parejo.