Se puso bíblico el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, en el evento de Morena celebrado ayer en Toluca, a favor de la unidad.
Ahí afirmó que “los tiempos del señor son perfectos, todo llega a su tiempo y ahora es el tiempo de la unidad”. No parece que Adán Augusto López estuviese citando al Eclesiastés sino a su paisano, que habita en el Palacio Nacional.
El no mentado señor estuvo muy presente, aunque no haya asistido. Su ausencia fue un imán capaz de convocar a los principales líderes del oficialismo.
A unos cuantos metros del Palacio de Gobierno de la capital mexiquense se reunieron quienes aspiran a ocupar la candidatura presidencial de 2024. Además del secretario de Gobernación ofrecieron discursos el canciller Marcelo Ebrard y la jefa de Gobierno de CdMx, Claudia Sheinbaum.
También estuvieron presentes militantes del gabinete presidencial, gobernadoras y gobernadores de Morena, así como quienes ganaron los comicios estatales hace unos cuantos días. A excepción del senador Ricardo Monreal y el Presidente de la República, nadie de las altas esferas morenistas se perdió de esta fiesta.
Los discursos pronunciados ahí merecen reflexión: mientras para Adán Augusto “el señor” es quien lo define todo, para Sheinbaum no debe haber asunto personal que pueda colocarse por encima del proyecto de transformación encabezado por ese mismo señor. La principal virtud de ambas personas salta a la vista: la obediencia como requisito para la unidad.
Ebrard, sin embargo, optó por definir la unidad de Morena como el producto de tres condiciones: respeto, suelo parejo y escucha al pueblo.
Este aspirante no hizo referencia a los relojes ni al dueño de la relojería. Para el canciller si hay suelo parejo la ruptura sería conjurada.
Sin embargo, no se ve claro que en esta contienda de Morena hacia 2024 el suelo vaya a estar parejo y, por tanto, tampoco que la unidad vaya a lograrse.
Zoom: el mitin de Toluca estaba previsto como el momento de arranque hacia las elecciones del año próximo en Coahuila y Edomex. Pero ese tema fue el menos relevante, porque ahí se quiso que, quienes aspiran a presidir la República, hicieran un compromiso público para no divorciarse, en caso de ser descartados. Dos ofrecieron una actitud incondicional, el tercero, en cambio, sí puso condiciones.
@ricardomraphael