La frase debería inscribirse en el muro de la ignominia de la política mexicana. Habría sido pronunciada en el Palacio de Covián por el secretario de Gobernación, Adán Augusto López. El destinatario fue Alejandro Moreno, presidente del PRI y el mensajero, su compadre, Manuel Velasco, líder de los senadores del Partido Verde.
La amenaza no tiene ambigüedades: o Moreno evitaba que el Consejo Político Nacional del PRI promoviera el voto contra la reforma eléctrica, o bien, desde la fiscalía general se abriría un expediente en su contra para encarcelarlo.
La conversación tiene tono gansteril y es creíble. Velasco informa a Moreno que María de la Luz Mijangos, fiscal especializada en combate a la corrupción, ya visitó Campeche con objeto de recabar información útil para la extorsión.
Manuel Velasco agrega en esa comunicación que la amenaza no viene del secretario de Gobernación, sino directamente del Presidente.
Moreno respondió a su compinche que él no se iba a dejar amedrentar. La reunión del consejo se llevó a cabo y ahí cerraron filas los priistas contra la reforma eléctrica.
Casi dos meses después, Layda Sansores, gobernadora de Campeche, presentó sendas denuncias en contra de Moreno ante la fiscal Mijangos donde el líder del PRI es acusado de corrupción y peculado, entre una larga lista de delitos.
El tino del momento en que ocurre esta persecución política no pasa desapercibido: a unos cuantos días de los comicios para gobernador que se celebrarán en seis entidades.
Cabe imaginar que Moreno tiene cola que le pisen y también que en el gobierno lo supieron siempre. De lo que no había evidencia tan contundente es de la impunidad selectiva que, con motivos inmorales, se opera desde la Presidencia de la República por medio de la fiscalía general. No en balde desde la Presidencia se defiende con tanto denuedo al titular de esa dependencia.
Este país donde nadie miente se ha vuelto un lugar muy hipócrita. La corrupción no es un mal que se pretenda erradicar sino un arma para doblegar voluntades en función de objetivos políticos y electorales.
Zoom: No se han hecho públicas otras llamadas que confirmen el modus operandi mafioso registrado en esa conversación, pero seguramente las hay.
Ricardo Raphael
@ricardomraphael