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Ser agudos con los servicios financieros

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Tenemos una relación de amor-odio con los productos financieros y las instituciones que los ofrecen. Todos hemos agradecido un crédito aprobado que nos saca de un apuro, pero también enfurecido por un fraude en el que no salimos beneficiados.

En un lapso de 18 meses, 700 de cada mil usuarios del sector financiero solicita un nuevo crédito, servicio y hasta cambia de banco, según Rocket, plataforma de asesoría financiera.

Las razones demuestran este amor-odio: una mala experiencia, la búsqueda de mejores ofertas y una mala gestión de las finanzas personales. Esta última es la que más recae en nosotros como usuarios y genera emociones contradictorias con el dinero.

“Había mucha opacidad para elegir un producto financiero y saber cuál le convenía al usuario. Hoy el mercado es más competido, hay más alternativas y es fácil la movilidad financiera”, me dijo Daniel Rojas, CEO de Rocket. Esto es genial y cada vez más mexicanos tenemos productos financieros en diversas instituciones. Pero sigue siendo difícil elegir y además, un mar de opciones ocasiona estrés y la posibilidad de cometer errores y elegir el producto incorrecto. Cuando el producto no funciona, nos enojamos y queremos cambiar de institución. Para emigrar de un círculo vicioso a uno virtuoso, las instituciones deben hacer muchas cosas —bajar comisiones, intereses, ser más transparentes—, pero los usuarios tenemos que hacer la tarea.

“Es complicado elegir. En el crédito, por ejemplo, los sitios piden un buen historial, pero eso para Amex no es lo mismo que para NuBank, y si bien esto es positivo porque cada institución tiene un apetito de riesgo diferente y permite que existan productos para cualquier mexicano”, me dijo Daniel, solo hace más evidente nuestro rol como usuarios.

Conocer nuestro historial crediticio, y entender los productos, ayuda porque “la diferencia de uno a otro puede representar 10 veces menos intereses”, me comentó Daniel. Por ejemplo, las tarjetas de crédito tienen intereses promedio anuales de 60 y hasta 100 por ciento, si no comparamos “el costo del dinero es altísimo”.

También hay que elegir el producto correcto: un crédito pyme será mejor opción que financiar tu empresa con un plástico.

Tan no hacemos la tarea que alrededor de 50% de los clientes inconformes que busca otro servicio financiero es rechazado porque solicita uno inadecuado, según Rocket.

Entiendo el dolor de cabeza de comparar tasas de interés y productos, y sí ayudan los comparadores de Rocket, la Condusef y Banxico, pero comparar e instruirse disminuirá algunas de las malas experiencias financieras que afectan a nuestra cartera.

El mercado financiero puede renovarse, cambiar y ampliarse, pero los usuarios debemos ser más astutos y agudos. No todo lo que brilla es oro y esto aplica para los productos financieros.

Regina Reyes-Heroles C.

@vivircomoreina

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Regina Reyes-Heroles C.
  • Regina Reyes-Heroles C.
  • regina.reyesheroles@milenio.com
  • Periodista. Autora del libro Vivir como reina y gastar como plebeya. Conductora de Milenio Negocios, programa semanal de entrevistas con directivos y personajes clave en el mundo económico. Publica su columna sobre finanzas personales todos los jueves. Mamá de dos.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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