El próximo 1 de julio se cumplirán 18 meses del actual gobierno del presidente López Obrador que ha insistido en llamar “Cuarta transformación”. Con el 25% del sexenio transcurrido, cabe hacer un repaso en seguridad, economía, salud y combate a la corrupción.
En seguridad los hechos hablan solos: 100 personas mueren en promedio de forma violenta todos los días en México; solo de enero a mayo fueron asesinados 14 mil 631. Lo ocurrido en Sonora, Guanajuato, Oaxaca y Veracruz, el fin de semana pasado, nos pone de frente a una realidad muy distinta al discurso de las autoridades quienes insisten en que se estabilizaron los hechos delictivos.
En materia económica, la desaceleración y el estancamiento, así como la falta de confianza de los inversionistas, era palpable hace cinco meses. Con el coronavirus, la desocupación alcanzó a 12 millones de mexicanos, se cuentan por miles los cierres de negocios y el desempleo hace estragos en miles de familias.
El gobierno no es culpable del covid-19, pero sí de las acciones que se tomen. López Obrador considera que reforzando los programas sociales es suficiente, desestimando propuestas de “ingreso básico vital” temporal que han planteado incluso algunos morenistas. Los pronósticos son malos, se sumarán 10 millones de personas a la pobreza en México.
En corrupción la escoba está guardada. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) 2019, los actos de corrupción aumentaron 19%.
La falta de transparencia y rendición de cuentas es evidente, el 80% de las compras de este gobierno han sido mediante adjudicaciones directas. Las denuncias sobre actos de corrupción son consideradas “provocaciones de conservadores”.
En salud, primero fueron las quejas de familiares de niños con cáncer y enfermos de VIH que advertían de falta de medicamentos con el INSABI. Ya con la pandemia, se hizo notar la falta de previsión, pruebas, conteos erráticos y declaraciones contradictorias del presidente con el subsecretario López Gatell.
Hoy son 23 mil muertos por la epidemia que se dijo “no nos iba a afectar”, que “ya está domada” y que “la curva se está aplanando”.
No vamos bien.
FB: Raúl Frías Lucio
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