Política

Rubén Zuno

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Vi la segunda temporada de Narcos: México, la historia del surgimiento del cártel de la droga en Guadalajara dirigido por Miguel Ángel Félix Gallardo. Diego Luna ha logrado un personaje verosímil, trabajado a pulso; el elenco, magnífico; los guionistas en forma: no es un documental, sino una serie y éstas suelen acudir a la ficción. Seguramente no hay película ni serie que explique mejor el origen del infierno del narco mexicano.

Mientras veía el tercer capítulo de la segunda serie recordé esto: no busques la historia, ella te encontrará a ti. Rubén Zuno Arce, cuñado de Luis Echeverría Álvarez, que en la serie aparece como el yerno del ex presidente, se entregó sin resistencia alguna a Miguel Ángel Félix Gallardo, un funcionario cómplice y cobarde. Zuno fue en la vida real diputado y miembro de la mesa directiva de la Confederación Nacional Campesina. Durante el sexenio de su cuñado se convirtió en un director sin cartera de la Conasupo.

En la novela que teje la vida, mi padre necesitaba un trabajo porque, como él decía, no teníamos en qué caernos muertos. Mi hermano mayor logró mediante incidencias que contaré en otras páginas, conseguirle un trabajo en la Conasupo. Su jefe: Zuno Arce.

La historia la cuenta de modo inmejorable la trama de Narcos. Zuno colaboró años después en el asesinato de Kiki Camarena, el agente de la DEA que desató la locura persecutoria estadunidense. La casa donde torturan a Camarena le pertenece a Zuno: “la famosa casa de Lope de Vega” en Guadalajara. Pensando que escapaba de la policía, Zuno voló en su avión a Texas y ahí fue aprehendido en 1989. Se le demostraron vínculos con  Félix Gallardo, Caro Quintero y Ernesto Fonseca. Se le condenó a dos cadenas perpetuas y murió de un cáncer a los 82 años en prisión.

Al final del sexenio de Luis Echeverría, en casa el teléfono sonaba a las 7 de la mañana. Era Zuno. Ya conté en otra página que la obsecuencia de mi padre me pudría el alma. Tardé años en saber que papá fue mucho más astuto que Zuno y que nosotros. Se lo quitó de encima y evitó seguirlo en una aventura que ya había iniciado Zuno. Se le puede llamar a esto una forma de la personalidad o, si ustedes quieren, honestidad. Esa sí la ganó mi padre. 


rafael.perezgay@milenio.com

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Rafael Pérez Gay
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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