La muerte es un problema de los vivos, escribió Norbert Elias. De nuevo me enfrento a este apotegma que le rompe el corazón a cualquiera que tenga un ser querido en una cama de sombras y demonios. No hubiera querido tener a alguien querido infectado de coronavirus, pero lo tengo. Mi amigo de toda la vida, Luis Franco Ramos, El Delius, se encuentra tendido en una cama del Hospital 20 de Noviembre y combate a la enfermedad con pocas posibilidades de vencerla. La muerte no descansa; la vida, sí. El Delius ingresó al hospital, dicen sus familiares, con 48 por ciento de capacidad pulmonar, alguna complicación renal, al parecer ignoraba que era hipertenso, y una desesperación que nunca lo abandonó: la falta de dinero.
Si digo que El Delius ha sido mi amigo de toda la vida no exagero: 50 años de ires y venires por los laberintos de una vida que no lo trató bien, más bien lo maltrató y él permitió que lo zarandeara sin meter siquiera las manos. Lo vi hace algunos meses y lo ayudé hasta donde pude, quizá no lo suficiente.
Mi madre, que lo conoció de doce años, decía: Luis, El Delius, toma malas decisiones. ¿Qué es eso?, le preguntaba sublevado el joven que fui. Mi madre decía esto: una mala decisión te hace daño. Una mala decisión no te deja ver alrededor, te desorienta y te ofusca, te roba el futuro.
Arrinconado por sus apremios de dinero, El Delius, maestro en Historia por la UNAM, decidió contratarse en Uber y dedicarse a choferear. Nunca lo supe, pues llevábamos tiempo de no vernos. Uber: en el principio de la pandemia del coronavirus. Si mi mamá viviera diría: una mala decisión. No lo culpo, solo trato de entender, aunque tal vez no haya nada que entender.
Me dicen que El Delius está boca abajo, así satura un poco más, sedado, sin dolor. Menos mal. Sus amigos esperamos. Hay algo terrible en esta enfermedad: la soledad del moribundo. Nadie puede acompañarlo, solo él y su alma. Por cierto: no voy a criticar al gobierno, no tiene caso. El dolor siempre estará por encima del combate. Si pueden, lean a Elias: La soledad de los moribundos (FCE), una lectura, una lección para estos tiempos difíciles.
rafael.perezgay@milenio.com
@RPerezGay