Todo el acelere, todos los golpes de pecho, todos los cambios urgentes que se reclamaron después de la eliminación de la Selección Nacional en el Mundial de futbol de Qatar, estuvieron destinados a acabar “con la mediocridad competitiva en la Liga Mx” y así tener un mucho mejor representativo de cara al 2026.
Aparecieron personajes de toda índole intentando marcar la pauta de esos cambios urgentes. Recuerdo por esos días, como el elemento más atípico, a Denise Maerker, la entonces conductora del noticiario nocturno de Televisa, en tono consternado, dictar la autocrítica de su grupo, el dictamen y la sentencia.
La mañana del martes 31 de enero reaccionó la Liga Mx dirigida por Mikel Arriola, con el presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Yon de Luisa, como testigo de honor, anunciando una serie de cambios, que tendrán que ser ratificados todos en mayo próximo en una asamblea de propietarios de equipos de la Primera División.
Disminución mínima de los extranjeros que pueden alinear de forma simultánea (de 8 a 7), eliminación del Repechaje (que a mí me resultaba muy atractivo), eliminación de la multipropiedad como máximo para el 2026 (que lleva prometiéndose años y años y que simplemente no se puede porque no encuentran otros empresarios que quieran invertir), regreso al ascenso y descenso (cuando se ha demostrado la insolvencia financiera de hasta el 80 por ciento de los equipos de la división de ascenso)… Un modelo de torneo largo “pero con dos Liguillas” que generó más confusión que entusiasmo… Y quizá algunos otros movimientos que ahora mismo se me escapan.
Bien por la Liga Mx y bien por Mikel Arriola. No tenían mucho más margen de acción por una serie de grandes factores.
Pero… ¿de qué manera esto va a generar una Selección triunfadora en el 2026?
La selección argentina, actual campeona del mundo, tiene una Liga de futbol caótica, enorme, larga y aburrida. Todas sus figuras se van al futbol europeo eso sí. A veces cuando apenas han jugado un torneo.
Rafael Ocampo
Twitter: @rocampo