Lo más honesto es alejarse de los pretextos, repeler a los quejumbrosos que argumentan que el arbitraje ha perjudicado a los equipos mexicanos en la Leagues Cup. No solo no hay manera de documentar esta idea, sino que suena indigno y tramposo.
La realidad es que, empezando por el poderoso América, los 16 de 18 equipos de la Liga Mx que no pudieron quedar entre los 8 finalistas, no pudieron ganar y avanzar por su incapacidad manifiesta en episodios fundamentales de los duelos decisivos.
Los americanistas lograron la remontada ante el Nashville la noche del martes 8 prácticamente en tiempo de compensación. Y pese a situarse en esa agonía de su duelo, fueron empatados ante la locura de los aficionados locales. Siguieron los penales para decidir al ganador. Y pues, pese al ruidoso festejo antes de tiempo, porque la acción en la que el guardameta Malagón detuvo el penal se tenía que revisar para ver si no se había adelantado al cobro, terminaron siendo eliminados.
Y así todos los demás equipos mexicanos que alegan que fueron afectados por el arbitraje y el sistema de revisión de jugadas polémicas. Tuvieron la oportunidad de ganar en la cancha durante el tiempo llamado reglamentario y no pudieron.
Sería mejor que en lugar de estarse quejando, aplicaran una buena dosis de autocrítica.
Hay otro rubro que debe revisarse, por supuesto, para hacer este torneo más aceptable. La logística sin duda; esto de que no todo se juegue en los Estados Unidos… Plazas como Monterrey, para no ir más lejos, serían un éxito de aficionados en las tribunas de seleccionarse como sedes. Y acepto que el tema arbitral y el VAR deben perfeccionarse, pero desde la premisa honesta de que estas deficiencias afectan a todos los participantes, no nada más a los mexicanos.
Si algo ha quedado claro, es que es un torneo que tiene presente y mucho y muy buen futuro.