Al FC Barcelona de la Liga española, seguramente le alcanzará para ganar el campeonato del presente torneo con la gran ventaja conseguida hacia los tres cuartos del calendario. Fue tal la diferencia que obtuvo respecto al Real Madrid, su inmediato perseguidor, que las últimas diez jornadas se puede dedicar a administrar su buen desempeño de arranque.
Hoy el Barcelona dirigido por Xavi no le mete gol a nadie… se sostiene solo por el extraordinario desempeño de su defensiva… Y va a ser campeón por ello. Aunque aburra y decepcione un tanto a sus seguidores.
Algo parecido está sucediendo en la Liga francesa, en la que el PSG de Messi y Mbappé viene flaqueando, pero casi sin riesgo de perder lo caminado.
Esto, evidentemente, no pasa en la Liga Mx. El Monterrey que acaparó durante 14 de las 17 jornadas de la fase regular todos los elogios ha dado muestras de flaqueza tras acumular dos derrotas consecutivas. Los que le temían hoy ya no tanto. Falta tan poco para entrar a la Liguilla que equipos que vienen cerrando con más fuerza como el América o las mismas Chivas (pese a tener una desventaja de 4 y 6 puntos, respectivamente), pueden ser considerados serios aspirantes a quedarse con el título… O el Toluca o el León o el Pachuca, que se encuentran arriba de la tabla son una amenaza real para los Rayados.
Para mí, esto compone un cuadro muy atractivo de cara a los aficionados. Como sucede en el deporte profesional de los Estados Unidos y sus playoffs, el equipo que se queda con el campeonato debe ser muy bueno y mantenerse a tope hasta el final.
Esto no da espacio para cierres mediocres o flojos. Y si el formato le permite a los clubes empezar un tanto lentos y les concede licencias para irse fortaleciendo, no obtendrán premio alguno si no terminan fuertes.
No hay competiciones con formatos perfectos, esto también hay que reconocerlo. Pero lo que tenemos no merece ser tan atacado de forma tan gratuita.
