No termino de entender el rechazo que genera en un sector de la crítica especializada la integración de la Liga MX con la MLS para conformar un torneo como el llamado Leagues Cup que arranca este viernes por la noche.
Ésta que se empieza a caminar es la ruta inevitable si lo que se busca es construir competiciones mucho más atractivas para todos los involucrados: público, patrocinadores, propietarios de equipos, jugadores, entrenadores.
El partido que inaugura la Leagues Cup lo dice todo. El Cruz Azul enfrentará al híper llamativo Inter Miami, que no conforme con sumar a su plantel al para muchos mejor futbolista de la historia, Lionel Messi, tendrá también en sus filas a los internacionales Sergio Busquets y Jordi Alba.
Solo el significado de este partido, que se verá en todo el mundo, tendría que dejar a todos satisfechos. Pero se pueden encontrar muchísimos más argumentos que no tienen nada más que ver con el dinero que se ganará. Pero si al final únicamente se obtuvieran ganancias económicas para todos los involucrados me parece una razón suficiente para justificar el hecho de que la Liga MX será suspendida un mes para dar paso a este nuevo campeonato.
La Leagues Cup deberá sentirse, analizarse en clave de futuro. Bien pudiera ser que en los siguientes años se de paso a un campeonato entre estas dos Ligas más amplio y más largo y con mayores significados y ganancias.
Esto no provocaría bajo ningún escenario la desaparición de la Liga MX. Solo veo que de esta integración todos resulten más fuertes. Los equipos mexicanos tendrán que ponerse a trabajar mucho mejor y a reforzarse con elementos de mucho mejor calidad si lo que quieren es ganar ese torneo. La MLS va a reforzarse cada vez más y mejor, ya lo anunciaron sus directivos y la llegada de Messi así lo comprueba.