Siguen las protestas al gobierno de un sector insatisfecho alrededor de temas fundamentales. Los padrinos de cada lado son respetables. Por un lado, los principios indiscutibles enarbolados por el gobierno como son la lucha anticorrupción y una mejor oportunidad para todos los mexicanos le otorgan toda la estatura moral a sus propuestas. Por otro lado, los críticos acuden a valores como la constitucionalidad e institucionalidad, que también tienen validez. Mientras tanto, el país enfrenta problemas formidables, elefantes en el cuarto que pretendemos que no existen mientras los ciudadanos sostenemos nuestro pleito del día. No hay una brújula común que canalice toda esta energía gastada hacia la atención conjunta de tan siquiera uno de estos problemas.
En un libro que escribí, próximo a publicarse, hablo del poder de la misión. Solamente cuando tenemos una misión garantizamos una vida con propósito, porque en el perseguirla ejercemos nuestra creatividad y resiliencia, ambos elementos básicos para una vida satisfactoria. A los emprendedores les hago énfasis en la pasión de perseguir nuestra misión como condición indispensable para emprender.
Urge salirnos del bosque de las confrontaciones puntuales
Llevado este principio a nivel nación, en su libro Misión Economía Mariana Mazzucato utiliza el ejemplo del proyecto de Estados Unidos de llevar al hombre a la luna (1962-1969) como una misión común alrededor de la cual ese país logró unificar a todos los actores de la sociedad. En particular, esa misión nacional generó la creatividad necesaria para establecer nuevas formas de colaboración entre los sectores público y privado.
Creo que urge salirnos del bosque de las confrontaciones puntuales y elevarnos para encontrarnos en una misión común. Y creo que una misión pendiente ya por muchas décadas es la de crecimiento incluyente. Lograr aglutinarnos alrededor de esa misión que nos diera a todos los mexicanos el empuje, motivación, pasión, creatividad y resiliencia para lograrla es una tarea digna de todos por sus dimensiones, energía y urgencia. Necesitaríamos encontrar las metas y adjetivos que resuenen en común para que todos acudamos a cumplirla, y las estrategias participativas para lograrla. Yo comenzaría preguntándole a cada mexicano: “¿qué necesitas para crecer?”.
Patricia Armendáriz
@PatyArmendariz